LA ROMANA, República Dominicana.- Los presidentes de los países de América Central, México y Colombia se disponen a aprobar este sábado la construcción de una refinería para luchar contra el alza del precio de los combustibles.
Pero el proyecto, que sería aprobado por los mandatarios de las diez naciones que integran Centroamerica y el Caribe, está supeditado a la participación privada.
Frente a una inversión necesaria de 6.300 millones de dólares, los presidentes de 10 países de la región reconocieron, según el proyecto de declaración final propuesto, que será necesario "un paquete de incentivos destinado a los posibles inversionistas".
La planta refinadora será construida en Puerto Quetzal, Guatemala, o Puerto Armuelles, Panamá, según decidan los inversores, siempre de acuerdo con el borrador.
El criterio decisivo será la capacidad de refinación que se elija, que todas las fuentes consultadas señalan que sería de 360.000 barriles diarios, para cubrir no solamente las necesidades de Centroamérica, sino incluso exportar a otras regiones, incluso a Estados Unidos.
Guatemala y Panamá deberán presentar sus "incentivos" ante los inversores de aquí al 31 de julio, para posteriormente pasar a la licitación y construcción del gigantesco complejo.
La refinería podría entrar en funcionamiento a partir de 2011, calculan los expertos.
Puerto Quetzal, situado a unos 150 km de la capital guatemalteca, cuenta con un 82% de aprobación, frente al 67% de Puerto Armuelles, según un estudio técnico debatido este viernes por los ministros de la región.
"No debería intervenir la política, creo que este es un tema absolutamente técnico, se paga por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) a esa empresa que hace los estudios y deberíamos de respetar los conteos", dijo el presidente guatemalteco, Oscar Berger, a su llegada a la cumbre.
"Este tipo de proyectos es muy sensible a las economías de escala", por lo que el tamaño de la refinería también será decidido por criterios de rentabilidad, opinó por su parte el vicepresidente y canciller panameño, Samuel Lewis.
"Los inversionistas tomarán su decisión en función de la rentabilidad", ratificó la ministra salvadoreña de Economía, Yolanda Mayora de Gaviria.
La refinería significaría además en la práctica la sustitución del denominado Acuerdo de San José, por el que desde 1980 México y Venezuela han suministrado crudo a precios ventajosos a los países de la región.
México, con 3,4 millones de barriles diarios de producción, quiere que sus vecinos del sur participen en un esquema de asociación privado y público.
México está dispuesto a aportar 230.000 barriles al proyecto, a precios de mercado, para que los inversores vendan a su vez los productos refinados a los países participantes, e incluso a países terceros si hay sobrantes.
Una refinería de 360.000 barriles "tiene sentido económico", consideró el secretario de Energía mexicano, Fernando Canales.
El Programa de Integración Regional Mesoamericana (PIEM) que se prevé sea aprobado este sábado fue lanzado inicialmente en una cumbre celebrada el pasado mes de diciembre en Cancún, México.
Tras cinco meses de estudio a cargo de expertos, el programa contempla ahora, además de la refinería, una planta que quemaría el coque sobrante del proceso de conversión de crudo a gasolinas, con un costo adicional de 1.000 millones de dólares.
La interconexión eléctrica de la región, a lo largo de 1.790 millones de kilómetros y la construcción de un gasoducto desde Colombia hasta México, con un costo de 690 millones de dólares, son otros dos proyectos contemplados, aunque sin plazos.
La cumbre energética espera contar con la participación de los jefes de Estado de Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
Además del proyecto de refinería, el PIEM pretende promover el uso de energías alternativas, el ahorro y la homologación de normas de venta y distribución de los recursos de la región, empezando por las gasolineras.
México y Guatemala se disponen a acelerar ese programa de integración mediante su conexión eléctrica, con una reunión el próximo día 13 en Tapachula (ciudad fronteriza) de sus respectivos presidentes.