"La Política es el arte de conformar una organización política y usando todos los medios que te brinda el sistema alcanzar el poder y mantenerlo a toda costa, sin importar las formas ni las apariencias."
Dudo mucho que esta sea la definición que daría Aristóteles a lo que fue un Arte, pero que el hombre con el descorrer del tiempo, lo ha transformado en una empresa, la cual puede rendir grandes frutos a quienes participan de la misma.
El sentido de hacer política para lograr transformaciones y servirle a los demás, es algo que puede que tan solo exista en teoría. Pues la mayoría de los Partido políticos se han convertido en empresas, que tan solo le sirven a sus accionistas. Mientras mas alta sea la posición en dicha empresa, mayores son las ganancias acumuladas.
El clientelismo político no es algo nuevo. Y en nuestro país lo especializo el Dr. Joaquín Balaguer, quien hizo uso de todos los trucos y artimañas para perpetuarse en el poder. Para Balaguer las formas y las apariencias no existían. Y siempre creyó, con sobrada razón, de que al parecer todo hombre tiene un precio, y que reposa en quien ostenta el poder, descubrir cual es ese precio y asegurarse que el mismo sea pagado a cambio subitas transformaciones ideológicas.
El Dr. Joaquín Balaguer desarrollo una teoría muy definida para lidiar con sus enemigos políticos. Y la misma descansaba en dos principios:
La eliminación física de aquellos enemigos que no parecían sucumbir antes las tentaciones del dinero y el poder, y la segunda la compra de las conciencias de aquellos que si tenían un precio detrás de sus discursos políticos. Ambas tácticas le dieron buenos resultados y lo perpetuaron en el poder por muchos años.
Pero el clientelismo político no fue un invento o una creación de Balaguer. Es algo que se ha utilizado desde que se invento la política como Ciencia o Arte, si se quiere.
Con el relevo de la Dictadura, con ribete de Democracia encabezada por el Dr. Joaquín Balaguer, el clientelismo político no se elimino, sino que por el contrario se incremento, pues el gobierno de Salvador Jorge Blanco, hizo uso sin reparo de los recursos del Estado, para comprar a muchos dirigentes de la seudo-izquierda dominicana, los cuales tuvieron de repente una revelación "Divina", que los ilumino, haciéndoles entender que en los Partido minoritarios que dirigían no podrían hacer cambios en el país, y pasaron a disfrutar las mieles de los Partido tradiciones de derecha, olvidando toda la teoría que aprendieron en los folletos de Marx y Engles.
Una vez militando en estos partidos, se olvidaron del proletariado y se convirtieron en mas reaccionarios, que aquellos a los que combatieron por muchos anos. Aplicándose en ellos la teoría de que "el poder corrompe".
Así vemos como otrora "camaradas", como González Espinosa, Babado Torres, Juan TH, Roberto Santana y muchos otros, pasaron a dormir en las mismas camas de aquellos que una vez fueron sus verdugos.
El honor y la vergüenza es algo que se nos inculca a muy temprana edad. Y esto es algo que no se adquiere por pertenecer a ninguna agrupación política. Es algo con lo que se crece. No lo podemos adquirir en el Supermercado.
No importa cuantos folletos políticos nos memoricemos, al final del día, si no crecimos con estos atributos el tiempo se encargara de que nuestra carencia de los mismos se haga evidente.
Por desgracia nuestra política esta llena de gente carente de vergüenza y de honor. Y son estos lo que logran avanzar en nuestros Partidos políticos, llegando a posiciones importantes en muy poco tiempo, gracias a que son capaces de todo, sin el menor reparo de sus acciones.
Nos encontramos empantanados en este lodazal, y así hemos de permanecer, hasta que nos demos cuenta de que jamas lograremos avances en el campo político y social de nuestro país, sino cambiamos al hombre, pues sino logramos mejorar al individuo, jamas lograremos transformar a la colectividad que representa la nación.
La solución esta en nuestras manos. En la medida en que logremos mejorarnos como individuos, en esa misma medida vamos a lograr las transformaciones que requiere el país.