Luego de una década alejada de la pantalla grande, la actriz estadounidense Mia Farrow vuelve al cine con tres películas que se estrenan este año, la primera de ellas, "La Profecía" (The Omen).
Es precisamente este martes: el día 6, del mes 6 y en el año 2006 cuando se estrena "La Profecía" debido a que el triple seis que se asocia con el diablo o "la marca de la bestia"
Farrow interpreta a uno de los personajes centrales del filme, que vuelve al cine 30 años después de su primera versión dirigida por Richard Donner y estrenada en 1976.
Esta versión cuenta con la dirección del irlandés John Moore, el "responsable" de la vuelta al cine de Mia Farrow, quien encarnará a la señora Baylock, la nana del niño Damien, la encarnación del diablo.
Naturaleza humana
"John Moore me llamó y me dio varias razones persuasivas sobre por qué filmar esta versión de una película que yo recuerdo como escalofriante y muy buena", dijo Farrow.
Para la actriz "La Profecía" no es sólo entretenimiento.
"Y entonces -añadió- pregunté: '¿Por qué yo?', recordando a la gran Billie Whitelaw y cómo ella interpretó a la nana. John dijo que ella fue excelente pero que él quería a alguien más sutil".
Para Farrow "La Profecía" no es sólo entretenimiento, sino una película sobre la naturaleza humana e incluso los acontecimientos internacionales.
El mensaje que subyace en "La Profecía", según la actriz, es la dualidad de la condición humana, capaz de generar actos de "una gran bondad y de altruismo".
A la vez, "no tenemos más que mirar el caso de Darfur, en Sudán -agregó- para ver ese otro aspecto de la naturaleza humana, capaz de producir cosas terribles".
Madre y embajadora
Mia Farrow recalcó que su papel protagónico en la película de 1968 "El Bebé de Rosmary", de Roman Polansky, en la que interpretó a una joven madre elegida para ser la depositaria de "la semilla del diablo" no estuvo en su mente cuando encarnó a la señora Baylock.
Farrow piensa alternar su labor humanitaria con la actuación.
Madre de catorce niños, diez de ellos adoptados y algunos con incapacidades físicas, Farrow decidió durante la última década dedicarse a sus hijos y sólo aceptar pequeños papeles en el cine y la televisión.
"Como desde el próximo septiembre sólo me quedará en casa uno de mis hijos -aclaró- me podré dedicar más a asuntos de mi interés personal".
Por lo pronto, Farrow regresa este año con otras dos películas, la comedia romántica "Fast Track", de Jesse Peretz y "Arthur and the Minimoys", de Luc Besson.
Y aclara que su vuelta a las pantallas no le impedirá seguir desempeñando su labor humanitaria. Además de continuar haciendo campaña contra la poliomielitis en países en desarrollo, incluido Sudán, proseguirá desempeñándose como embajadora de Buena Voluntad de UNICEF.