SANTO DOMINGO.- Perú y Venezuela continuaron este lunes su enfrentamiento en la Asamblea General de la OEA en Santo Domingo, con nuevos y públicos cruces de acusaciones, tras el triunfo la víspera del socialdemócrata Alan García en la elecciones peruanas. Tras denunciar la víspera las intromisiones del presidente venezolano, Hugo Chávez, en una reunión a puertas cerradas, el canciller peruano, Oscar Maúrtua, optó por denunciar públicamente la actitud de Caracas en su discurso en la sesión plenaria de la Asamblea General.
"Debo exponer ante todos ustedes el profundo rechazo del gobierno y del pueblo peruano por las inadmisibles y sistemáticas manifestaciones de intromisión del presidente de Venezuela Hugo Chávez a lo largo del proceso electoral", declaró Maúrtua, ante los 34 miembros de la organización.
"Su permanente actitud intervencionista con el propósito de influir en la decisión del pueblo peruano, constituye un hecho repudiable", añadió el ministro, un día después de que el ex presidente García, al que Chávez tildó de "ladrón", ganara las elecciones en Perú, al escrutarse el 91% de los votos.
Por su parte, el canciller venezolano, Alí Rodríguez, no esperó su discurso previsto por la tarde para responder a Perú y recordar que el presidente Alejandro Toledo había sido el primero, desde su punto de vista, en atacar a Chávez, tras el golpe del Estado del 11 de abril de 2002.
"Son gente que tira la piedra y esconde la mano", declaró a la prensa. "Desde 2002, han desencadenado una serie de ataques contra Venezuela y contra el presidente Chávez y ahora quieren presentarse como víctimas de una situación que ellos mismos han provocado", afirmó.
Mientras tanto, el subsecretario de Estado norteamericano, Bob Zoellick, cuyo país tiene deterioradas relaciones con Caracas, se congratulaba por la derrota de Humala en los comicios peruanos.
"La mejor respuesta fue la del pueblo peruano que decidió votar por el presidente García y no por el candidato de Chávez", el nacionalista Ollanta Humala, afirmó el diplomático en una rueda de prensa, en paralelo a la cumbre de la OEA.
Momentos antes, en el pleno de la Asamblea General del organismo interamericano, el diplomático estadounidense se había referido explícitamente a las injerencias del presidente Chávez durante la campaña electoral, con su reiterado apoyo al nacionalista Humala.
"En Perú, el gobierno ha tenido que quejarse ante el Consejo Permanente de la OEA de la injerencia extranjera", afirmó. "Debemos solidarizarnos con los gobiernos democráticos que se vieran en ese peligro", añadió.
Además de las acusaciones de injerencias contra Chávez, Venezuela también alimentaba las conversaciones en los pasillos por su candidatura al Consejo de Seguridad de la ONU en oposición a la de Guatemala, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
A pesar de mantener dos largas conversaciones con el canciller brasileño, Celso Amorim, Zoellick no logró convencerlo de apoyar a Guatemala. "Es natural que Venezuela, como un país inmediatamente vecino, como miembro ahora del Mercosur, reciba nuestro apoyo", explicó a la prensa.
Chávez anunció en marzo que rompería relaciones con Lima si García -a quien llamó "ladrón" y "demagogo"- ganaba las elecciones.
El domingo, poco antes de emitir su voto, García habló de "reconstruir las relaciones" con Caracas en base al principio de "soberanía política y de no injerencia".