Los espectáculos en Altos de Chavón comenzaban puntuales. Ya no. Antes se decía que por el hecho de ser este recinto administrado por los norteamericanos, allí no se jugaba con la puntualidad. Recordamos los eventos musicales del Heineken Jazz Festival y otros shows que allí se presentaron. Todos iniciaban sino a las 8, a las 8:30 de la noche.
¿Qué pasa en Altos de Chavón, que la puntualidad se ha venido deteriorando de un tiempo a esta parte?. La pregunta la formulamos, a propósito de la presentación que va a realizar allí, el pegado bachatero Frank Reyes con su concierto "Princesa" de la mano del mago de los espectáculos, Luis Medrano.
La preocupación viene, porque la puntualidad en Altos de Chavón tenía sus ventajas tanto para el público como para la prensa que se traslada, de Santo Domingo hasta La Romana para cubrir los famosos eventos que allí se presentan.
Por ejemplo, la prensa especializada en espectáculos, que también antes era mejor tratada y respetada por los empresarios (el ejemplo siempre será la Cervecería Nacional Dominicana cuando organizaba el Heineken Jazz Festival) llegaba temprano a ese impresionante recinto y tenía tiempo para todo.
Los periodistas podíamos cenar, entrevistar, hacer rueda de prensa antes y después de la presentación y hasta conocer mejor el lugar. Ahora no. La experiencia más amarga aconteció reciente, cuando fuimos a cubrir el concierto de Aventura. No sólo que comenzó cerca de las 11 de la noche, sino que las atenciones dejaron mucho qué desear.
Partimos del hotel Lina a las 5:30 de la tarde. En el autobús no hubo ningún tipo de atención a nivel de refrigerios y otras bebidas. Llegamos a Altos de Chavón y se nos condujo hasta el área del VIP. No hubo tiempo para nada, sólo para esperar y ver el concierto, que se terminó a las 2 de la madrugada por la tardanza. Tampoco al regreso hubo atenciones. Recordamos un colega que le preguntó a Eusebio Marte, coordinador del viaje que dónde estaban las pizzas.
Pero también el público, y más ahora, en estos tiempos de auge de la delincuencia, tenía la ventaja de llegar y salir temprano de Altos de Chavón donde hay, a la salida, una inmensa oscuridad. La gente retornaba antes de la medianoche. Mientras que los cronistas podían regresar cerca de las 2 de la madrugada a sus respectivas casas en esta capital. Entonces teníamos tiempo de descansar y retornar al periódico temprano para escribir la reseña del espectáculo.
Ojalá se ponga atención a esta preocupación. No sólo es deprimente el trato para la prensa en sentido general, puesto que hay empresarios, que privilegian a una élite de la crónica de arte (los más pegados) ofreciéndoles villas en Chavón los cuales acostumbran trasladarse en sus respectivos y confortables vehículos. Antes viajábamos todos juntos en autobuses gigantes, (cronistas famosos y los no pegados), pero en la medida en que un sector de la crónica de arte ha crecido económicamente y se ha acomodado, las cosas han cambiado obviamente.
Lamentablemente, los dominicanos nos caracterizamos por la cultura del desorden y de la impuntualidad. Parece ser que ya contagiamos a Altos de Chavón que era el ejemplo en cuanto a puntualidad en los inicios de los espectáculos. Como se espera que sea todo un éxito la presentación de Frank Reyes con su concierto "Princesa", la puntualidad en el inicio de este evento, será señal de que se trabajó de manera organizada.