Washington, (PL) Abu Musab al-Zarqaui estaba vivo cuando soldados estadounidenses llegaron al sitio del bombardeo que lo hirió mortalmente, afirmaron hoy autoridades militares.
Según el general William Caldwell, las fuerzas iraquíes de seguridad que alcanzaron primero la escena del ataque aéreo vieron que el insurgente jordano aún se movía y respiraba, y lo colocaron en una improvisada camilla.
Un pelotón norteamericano llegó después e identificó al líder de Al Qaeda en Iraq por varios tatuajes y cicatrices en su cuerpo. Su rostro estaba muy ensangrentado, explicó el oficial citado por medios locales.
Aviones F-16 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos lanzaron el pasado miércoles dos bombas de precisión de 220 kilogramos sobre el refugio de Zarqaui, en el pueblo de Baquba, 50 kilómetros al norte de Bagdad.
Caldwell indicó que el líder islámico intentó hacer algún movimiento desde la camilla cuando estaba rodeado de soldados, y minutos después murió. Sus lesiones eran de mucha gravedad, dijo.
El General aseguró que el combatiente jordano "no recibió ninguna herida de bala, ni fue rematado por militares norteamericanos", como denunciaron grupos musulmanes en Iraq.
No obstante, el oficial reconoció que no puede explicar cómo Zarqaui pudo sobrevivir a las explosiones de los dos grandes proyectiles. Junto a él se hallaron los cadáveres de otras cinco personas: dos hombres y tres mujeres.