SANTO DOMINGO, – Un millón y medio de dominicanos cayeron en la pobreza como resultado de la crisis financiera de 2003-2004 y 700,000 de ellos se vieron forzados a reducir su consumo de productos alimenticios básicos por debajo de los niveles mínimos de subsistencia, de acuerdo con un nuevo estudio divulgado hoy en el país. Hacia la primera mitad del 2004, 42 de cada 100 dominicanos eran pobres y 16 de ellos se encontraban viviendo en una situación de pobreza extrema según el Informe sobre la Pobreza en la República Dominicana: Logrando un crecimiento económico que beneficie a los pobres, preparado por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, en colaboración con personal del Secretariado Técnico de la Presidencia, la Oficina Nacional de Planificación y el Banco Central.
Los indicadores señalan, que de cada cien dominicanos 42 vive en la pobreza, 16 de ellos en la pobreza extrema y más de 600 mil se vieron obligados a reducir el consumo de productos alimenticios básicos.
Omar Arias, funcionario del Banco Mundial dijo que para los técnicos internacionales que trabajaron en el informe los puntos más críticos son la educación, salud y alimentación atribuyendole la situación al déficit de demandas acumuladas.
“Aunque hay una mejoría en los años 90 todavía estamos lejos de la situación que deberíamos tener dado el nivel de ingresos que tiene el país”, dijo.
Mientras que la Oficina Nacional de Planificación, institución que colaboró con los organismos internacionales para la confección del estudio, aunque no revela cifras distintas asegura que la situación ha cambiado.
Los técnicos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, presentan en el informe recomendaciones al gobierno, con el objetivo de que el crecimiento económico se traduzca en una mayor reducción de la pobreza, igualdad de oportunidades y el desarrollo social en el país.
POBRE EDUCACION
Revela que el sistema escolar en la República Dominicana muestra un desempeño muy inferior a la mayoría de los países de América Latina en cuanto a traducir la gran demanda por educación en logros escolares adecuados y en las destrezas necesarias en el mercado laboral.
El informe afirma que esto se refleja en una alta tasa de repetición de grados.
Advierte que el mayor reto en materia educativa en la República Dominicana es comprender y responder mejor a las causas de la repetición y lento progreso escolar.
“El país presenta uno de los peores niveles de desempeño de la región en términos de la retención y progresión de grados escolares”, precisa el informe.
El informe, dado a conocer jueves por la representación local del Banco Mundial, afirma que, en promedio, un niño dominicano que logra terminar el bachillerato permanece en la escuela 3.5 años más de lo necesario.
“Por ejemplo, aunque a los nueve años de edad los niños dominicanos ya han asistido a la escuela un promedio de 3.7 años, para entonces sólo han alcanzado en promedio 2.2 años grados escolares”, explica.
Agrega que “cuando los niños llegan a los 18 años, tienen 11.5 años de asistencia a la escuela y 8.4 años de escolaridad”.
Señala que “sólo Brasil, Belice y Nicaragua tienen un desempeño ligeramente inferior”.
Explica que la razón más importante de este desempeño divergente es que el sistema presenta altas tasas de repetición escolar”.
Sostiene que el fracaso de transformar los años de asistencia escolar en años de escolaridad es más grave entre los varones, los residentes de las zonas rurales y los más pobres en todo el país”.
En este progreso educativo inferior inciden tanto factores de la demanda (restricciones económicas familiares) como de la oferta educativa.
El informe explica que los análisis muestran que la probabilidad de salir de la escuela antes de terminar la secundaria es mayor entre los varones, las familias más pobres, niños con padres de nivel educativo bajo (sobre todo la madre), sin documentos de identidad, que viven en el área rural, y en localidades (urbanas y rurales) con infraestructura deficiente. Las razones explicadas por las familiares de por que los niños entre 6 y 17 años no asisten a la escuela son: un 36 por ciento por razones económicas (falta de dinero, necesidad de trabajar), un 21 por ciento por limitaciones en la oferta (no hay escuelas o cupos, y falta de documentos de identidad en casi la mitad de los casos), un 22 por ciento por bajos beneficios (pobre desempeño, no le gusta) y el resto indica otras razones familiares o personales (enfermedad, embarazo, etcétera).
Bajo retorno
El estudio plantea que es bajo el retorno de la educación en la República dominicana, y afirma que sólo una educación universitaria asegura beneficios significativos en el mercado laboral, aunque estos beneficios son menores al promedio de América Latina.
Explica que los rendimientos para una familia que sólo alcanza a invertir en educación primaria y secundaria están entre los más bajos de América Latina y el Caribe.
Agrega que sólo en las zonas rurales el trabajador puede aumentar sus ingresos laborales, aunque modestamente, con tan sólo una educación primaria.
Los doce años del bachillerato reportan un 60 por ciento de aumento en los ingresos con relación a no tener escolaridad.
Señala que los retornos a la educación se tornan más elevados al nivel terciario, precisamente cuando los costos directos e indirectos de la educación aumentan.
Los 4-5 años de educación universitaria aseguran un aumento del 50 por ciento de los ingresos respecto a tener sólo un título de bachiller.
Sin embargo, los retornos a nivel terciario siguen muy por debajo del promedio latinoamericano.
Estos bajos retornos probablemente reflejan la baja calidad y pertinencia de los programas educativos.
Esta situación presenta un desafío a la competitividad de los sectores de mayor valor agregado y de mano de obra más calificada, expresa el informe.