Responsabilizo al presidente de la República, al secretario de las Fuerzas Armadas, al jefe de la Policía y al Partido de la Liberación Dominicana de lo que me pueda ocurrir a partir de hoy. Ellos responden por mi vida.
Hasta el pasado viernes no le había dado importancia a la campaña de difamación e injuria propagada en los medios de comunicación por elementos pagados por el gobierno, ni a las llamadas telefónicas con amenazas de muerte.
Pensaba que se trataba de situaciones coyunturales propias de una campaña electoral.
Sin embargo, las cosas han tomado un giro preocupante a partir de una denuncia hecha por un personaje ligado a las Fuerzas Armadas que me vincula a planes conspirativos junto a generales retirados.
De acuerdo con la denuncia hecha en diferentes medios de comunicación por el mismo sujeto, he participado en reuniones con militares para desacreditar al gobierno y a las "gloriosas" Fuerzas Armadas que han jugado un papel ejemplar en las elecciones.
Según el personaje utilizado para vincularme a los planes conspirativos, he participado en reuniones celebradas en varias fincas ubicadas en el kilómetro 22 de la autopista Duarte y en las proximidades de Villa Altagracia. De acuerdo con el plan denunciado, soy una especie de punta de lanza en los medios de comunicación para desacreditar a las Fuerzas Armadas, a la Policía y al gobierno.
Esta versión, difundida en distintos medios de comunicación por el mismo sujeto, el mismo día, con una amplia repercusión y repetición, no es casual. Es producto de un plan para aniquilarme, por lo menos moralmente.
La campaña de difamación e injuria a través de la radio, la televisión, la red de Internet, revistas y periódicos controlados por el gobierno, más las amenazas de muerte, han provocado la preocupación de amigos y familiares, no así la del PRD, partido al que no le importa la suerte de nadie.
De todos modos, aclaro que no formo parte de ningún plan conspirativo contra las Fuerzas Armadas, ni contra el gobierno.
Aclaro que nunca me he reunido con generales retirados, ni activos, con el propósito de crear un estado de ingobernabilidad y desasosiego que atente contra la democracia y la paz. La época de las conspiraciones pasó. Quienes conspiraron contra la gobernabilidad y contra la democracia fueron aquellos que, desde el gobierno, secuestraron la voluntad popular mediante el fraude, utilizando la fuerza militar y los dineros del pueblo.
Los ataques en mi contra tienen que ver con la postura que asumí frente a las elecciones. El PLD no ganó en ningún lugar. Hizo fraude en todos los lugares. El gobierno utilizó más de 5 mil millones de pesos del presupuesto nacional para "ganar". Utilizó recursos del Estado como ningún gobierno anterior desde la muerte de Trujillo. Utilizó a las Fuerzas Armadas y la Policía para reprimir a la población causando 16 muertos y más de 30 heridos de bala.
Aunque me cueste la vida lo digo y lo repito: Ni siquiera en 1978, cuando los guardias colocaron banderas coloradas en los fusiles, se vio algo semejante. Lo digo y lo repito aunque me maten: El gobierno del PLD que encabeza el presidente Fernández degradó moralmente la democracia, la convirtió en una maldita caricatura para burlar la voluntad popular. Aunque me cueste lo que me cueste lo repito: El gobierno, con la complicidad de las Fuerzas Armadas, la Policía, la Sociedad Civil, la Iglesia Católica, más una parte de los medios de comunicación, formaron parte del fraude electoral más grande que se ha realizado en la historia del país.
Si he de pagar un alto precio por decir lo que todos los dominicanos vivimos durante el proceso electoral, lo pago.
Si he de soportar la difamación y la injuria, la persecución, la cárcel y hasta la muerte, que venga. ¡No temo!
Nos acercamos a la dictadura de partido. Ya comenzó el culto a la personalidad. Se inaugura con la feria de los diez años del ascenso al poder del presidente Fernández, que al igual que la "Feria de la Confraternidad del Mundo Libre" de Trujillo, le costará una fortuna a este pobre pueblo que se muere de hambre. El Leonelato, como el Trujillato, ha comenzado.
El fascismo no ha tenido límites en ningún lugar del mundo. ¿Por qué ha de tenerlo en nuestro país?
No espero nada del Colegio de Periodistas Dominicanos, como no espero nada del PRD ni de nadie. Sólo quiero que conste.