MEXICALI, México.-No bien el reloj había registrado el tiempo reglamentario y ya las calles estaban taponadas.
Aunque los mexicanos están en plena campaña electoral debido a las votaciones presidenciales del próximo 2 de julio, no fue hasta ayer cuando en esta ciudad se vio la primera caravana en mucho tiempo.
México obtuvo su primer triunfo en la Copa Mundial de Fútbol y ello fue motivo para celebrar en grande con enormes banderas y la exhibición de los tradicionales colores rojo, verde y blanco alusivos a la nacionalidad de este país de más de cien millones de habitantes.
El marcador fue 3-1 contra Irán y el dirigente Ricardo Lavorpe, entrevistado por la televisión mexicana dijo que “no tuvimos un buen primer tiempo, pero estoy conforme con el resultado y con los ajustes del segundo período”.
Dos goles de Omar Bravo y otro de Antonio Zinha ponen a México delante en el Grupo D.
A veces se gana en la derrota, otras veces se pierde en la victoria, pero los mexicanos consideran que han ganado en la victoria.
“Cada triunfo hay que celebrarlo como si fuera el último”, dijo Juan Verdugo, un eufórico aficionado, que matraca en una mano y una cerveza en la otra, desfilaba por una de las principales vías de esta comunidad.
Desde hace algunas semanas era promovido el primer juego de México y llegado el día, bares, restaurantes, parques y plazas públicas se abarrotaron de aficionados en busca de una plaza para presenciar el juego entre familiares y amigos.
La televisión mexicana tomó vistas de los hogares de los principales jugadores de México y que emotivo fue cuando enfocaron el hogar del portero Osvaldo Sánchez, quien perdió a su padre hace apenas tres días. Después del triunfo los familiares no sabían si llorar o reir.
“Mi padre era el primero que deseaba que estuviera aquí y por ello he regresado. Además tengo un compromiso con la patria”, señaló Sánchez.
México ha celebrado en grande durante todo el día su primer triunfo, ojalá no sea el único.
Los mexicanos saben celebrar.