WASHINGTON – El ex presidente Bill Clinton declaró a la agencia Associated Press este martes que la propuesta de la Cámara de Representantes de deportar a las personas que viven ilegalmente en Estados Unidos "es una locura".
La inmigración permite a Estados Unidos "mantener su posición económica en un mundo cada vez más dependiente", dijo Clinton hablando en una entrevista matinal conducida por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Luis Alberto Moreno.
Indicó que "prácticamente el 100% de los inmigrantes que han venido a Estados Unidos, legal o ilegalmente, están trabajando", lo que significa que no sólo están satisfaciendo sus propias necesidades sino también pagando impuestos y enviando dinero a sus familiares.
Clinton fue invitado por Moreno como participante especial en una conferencia de dos días en la sede del BID que permitió a varios expositores plantear ideas sobre cómo crear oportunidades para un 70% de la población en el Hemisferio Occidental que vive con 300 dólares o menos al mes.
Ex presidente demócrata no tuvo una exposición central sino que en cuanto llegó –y lo hizo con 45 minutos de retraso– fue interrogado por Moreno acerca de tópicos que fueron desde la globalización al comercio y la estabilidad mundial actual comparado con el periodo de su mandato en la década pasada.
Clinton –cuya esposa Hillary Rodham Clinton es una potencial candidata presidencial demócrata en las elecciones del 2008– dijo que los republicanos de la Cámara de Representantes estaban tratando de sacar adelante un proyecto que "declara delincuentes" a los indocumentados y empresarios que les den trabajo.
El proyecto, que ya ha sido aprobado y está en proceso de armonización con otro del Senado, propone también la deportación de los indocumentados y la construcción de vallas en un tercio de la frontera con México.
Clinton no habló sobre las vallas, pero dijo que en el caso de la deportación de los indocumentados "no sólo era un recurso desesperado sino una locura" ante la falta de capacidad para crear formas de control fronterizo e inmigración.
"No hay una solución perfecta…", indicó. "Pero la ley que salga debe ser realista y humana".
Se calcula que en Estados Unidos viven unos 11 millones de personas ilegalmente, de los cuales hasta un 75% son de origen hispano.
El Senado ha abierto en camino para la residencia a los que estén cinco años o más en el país. Los que tengan más de tres años pero menos de cinco deberán salir para gestionar su retorno y los que tengan dos años o menos deberán abandonar definitivamente el país.