LA HABANA.-, (PL) Cuba acusó hoy a Estados Unidos de inventar pretextos, con participación de la Oficina de Intereses norteamericana (SINA) aquí, dirigidos a crear una crisis diplomática, eliminar los acuerdos migratorios y cortar las compras de alimentos.
En un editorial publicado este martes en el periódico oficial Granma, La Habana niega haber realizado acción hostil alguna contra la SINA, como han querido presentar diarios norteamericanos y voceros de la administración de George W. Bush.
Mienten descaradamente El Nuevo Herald y los voceros del gobierno de Estados Unidos cuando responsabilizan a nuestro gobierno con un supuesto corte del servicio eléctrico y la disminución del suministro de agua potable a la Oficina de Intereses, afirma el cotidiano.
El diario de Miami, célebre por su oposición abierta a la Revolución cubana, recoge declaraciones de una fuente anónima que cree probable la destrucción de documentos en las dependencias diplomáticas estadounidenses en La Habana como antesala de una evacuación.
Granma señaló que, pese a las acciones subversivas de la legación norteamericana en la isla y la provocación que representa el panel lumínico emplazado allí, mediante el cual se difunden mensajes anticubanos, esa oficina nunca ha estado bajo asedio, ni ha sido agredida de manera abierta o velada.
Las últimas imputaciones contra Cuba -agrega- tienen también como pérfido objetivo desviar la atención del verdadero problema, el carácter subversivo y provocador de las acciones de la SINA.
Subraya que, en franca violación del estatus diplomático que le confieren los acuerdos y convenciones internacionales, esa sede ha devenido estado mayor de la contrarrevolución, a la cual dirige y abastece material y financieramente e incita a la subversión del orden interno en el país.
"Tal vez piensan que Cuba teme a las provocaciones constantes que urden contra nuestra Patria y a las consecuencias de una ruptura de los mínimos vínculos existentes, bastante deteriorados ya por la inmoral y cínica política que viene desarrollando la administración de Bush".
El editorial remarca que al gobierno imperialista de Estados Unidos corresponde explicar su demencial y reiterada práctica de urdir y aplicar nuevas y brutales medidas contra Cuba, y sus vanos intentos por doblegar la heroica resistencia del pueblo.
El gobierno norteamericano se hunde moral y materialmente en la guerra de conquista en Iraq, los escándalos de corrupción, los crecientes déficit presupuestarios y de cuenta corriente, enumeró.
Como lastres del sistema también señaló los altos precios de la energía, la incapacidad para superar desastres naturales, el espionaje ilegal contra sus propios ciudadanos y la repugnante práctica de los arrestos clandestinos y torturas a nivel internacional.
El Gobierno Revolucionario ha dado una lección de ecuanimidad, firmeza y estricto apego a las normas diplomáticas en el enfrentamiento a la actuación vulgar, despreciable de la SINA y de los mercenarios a su servicio en nuestro país, puntualiza.
Si el gobierno de Estados Unidos busca llevarse esa Oficina, cortar las ventas de alimentos y liquidar el acuerdo migratorio, hágalo; no invente pretextos, ni pretenda eternizar sus groseras y cobardes provocaciones, que no partieron de Cuba, fustiga el editorial.
No hace falta quemar papeles. No importa cuántas monstruosas fechorías encierren. Jamás nuestra Revolución asaltará o violará una sede diplomática. Nunca lo hizo y nunca lo hará, concluye el editorial de Granma.