Nuevamente Alemania muestra que puede tener un amuleto hecho con pata que no es de conejo sino de canguro. El segundo mundial que se juega en este país
es el segundo en el cual los “socceroos” entran a tallar y lo han hecho con
muy buen pie.
Primero Australia eliminó al bicampeón Uruguay, anfitrión del primer Mundial, y hoy acaba de golear 3-1 al anfitrión del anterior mundial (Japón).
El choque entre Japón y Australia era el de dos gigantes del Pacífico que
batallaron duro en la II Guerra Mundial aunque hoy son los mayores socios de
EEUU en su región.
Los canguros nunca destacaron en el fútbol pero sí en el rugby. Australia
fue el primer anfitrión del mundial de la unión del rugby y es también el país
que más mundiales ha ganado en dicho deporte.
El fútbol y el rugby tienen un origen común en Inglaterra. Sin embargo, aislados en un rincón del planeta los australianos no le dieron mayor importancia a lo que ellos y los norteamericanos denominan el “soccer” y más bien desarrollaron el rugby y su propio fútbol.
Este último se juega con 22 jugadores y con una cancha mucho más grande (185 metros de largo) que tiene tres arcos en cada lado. Si bien éste tiene rasgos similares al rugby (por el tipo de pelota empleada y por la posibilidad de
usar las manos y coger al adversario) tiene mucha influencia de nuestro fútbol en el sentido que los goles deben ser hechos por tiros de pie.
En Londres los latinos suelen reunirse cada domingo en el parque de Clapham
para vivara sus equipos en la copa latinoamericana de balompié y muy cerca de
su cancha juegan los australianos su propio fútbol.
Para Japón-Corea del Sur 2002 los “socceroos” fueron eliminados por los
charrúas. Esta vez en Sidney consiguieron una venganza, dulce para ellos, pero
amarga (como el mate uruguayo) para los latinoamericanos.
Australia ahora quiere seguir los pasos de EEUU y toma en serio al mayor
juego de pelota que hay en el globo. Al igual que los norteamericanos le da
importancia al fútbol femenino y ha invertido bastante en el balompié masculino.
Para ello contrataron a uno de los mejores técnicos que hay: Guus Hiddink,
quien dirigió a Holanda y a Corea del Sur hasta hacerles entrar en semifinales de mundiales. Su selección, además, está llena de cracks curtidos en clubes británicos y europeos.
En Oceanía Australia ha sido como un tuerto que es el rey en el país de los ciegos. Ha ganado todos los campeonatos de dicha región salvo en dos
oportunidades en que quedó subcampeón. Para Corea-Japón 2002 Australia llegó a ganar
en el Pacífico con las goleadas más espectaculares vistas en la historia de
los mundiales. Venció a las Islas Cook 17 a 0, a Tonga 22 a 0, y a Samoa
Americana 33 a 0 (¡un promedio de un gol cada 160 segundos!).
La tragedia australiana ha sido la de quedarse relegada a jugar siempre
partidos con los equipos “parias” de otros continentes, en donde suele quedar
eliminada. En 1970 y 1982 se midió con Israel, quien no podía jugar con sus
vecinos, con quienes guerreó. En 1978 debió medirse con Taiwán, a quien China no quería ver en el grupo asiático.
Australia no solo ha querido llegar a Alemania 2006 sino mostrar que Oceanía
puede dejar de ser la cenicienta del balompié global.