Me encuentro entre los convencidos de que no es cierto que vamos de mal en peor. Pero no vamos bien. He observado que regularmente, quienes más proclaman que todo es hoy peor que ayer, son aquellos a quienes les ha ido y le está yendo mejor.
Excluyo de esto a los políticos, para quienes solo el país marcha bien si ellos están en el disfrute del poder.
Cuando gobiernan tratan de convencernos de que el país marcha viento en popa y que la desgracia de los demás son casos individuales.
Yo creo, en cambio, que la sociedad dominicana ha venido avanzando desde hace muchos años, pero de una manera excesivamente desigual.
La pobreza extrema y la opulencia conviven. Todo porque el desarrollo alcanzado no ha sido distribuido de manera adecuada, para no decir equitativa.
Y esa realidad de contraste es traumática, en especial para las víctimas de un crecimiento económico que en nada o muy poco han logrado.
El meollo del problema nacional radica en la pobreza. Lo dicen los informes de todos los organismos, como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. En decenas de semanarios realizados en el país se ha repetido lo mismo.
La pobreza debe ser atacada. Y eso no será posible si no se produce una mejor distribución de los ingresos, o sea, que de la riqueza que produce el país a cada quien le toque algo.
No estamos descubriendo nada, sencillamente recordando para que volvamos a reflexionar sobre el tema.
Y sobre eso creo que no debemos de entusiasmarnos con la idea de que podemos resolver la creciente delincuencia estableciendo la pena de muerte y la cadena perpetua.
En ocasiones son propuestas con la que se pretende evadir el fondo del asunto. Antes de llegar ahí se pueden emprender muchas acciones.
Si en verdad se requiere atacar la inseguridad de manera ferrea, las posibilidades de éxito futuro no serían tales si no se ataca la fuente donde esta se origina.
El joven de hoy, imposibilitado de estudiar, y si estudia, sin opción de empleos, abandonado a su suerte, solo tiene como alternativa la delincuencia.
El asunto, reitero, no estoy descubriendo nada, porque todos eso está dicho, es atacar el problema empenzando por donde se debe empezar y no yendonos por las ramas.
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