SANTIAGO, (IPS) – El Poder Ejecutivo de Chile reivindicó la potestad de determinar la política exterior de este país, tras la "Declaración de la Paz" firmada por cinco legisladores oficialistas de visita a Bolivia, donde se comprometieron a tratar de "solucionar los temas pendientes". Los parlamentarios se reunieron en La Paz con sus pares y con el vicepresidente boliviano Álvaro García, pero no con el presidente Evo Morales. La visita les acarreó una avalancha de críticas dentro de Chile.
Tras reunirse con la presidenta Michelle Bachelet, el canciller chileno Alejandro Foxley dijo este martes que "la política exterior, por tradición (y) por conveniencia del interés nacional, la define exclusivamente" la jefa del gobierno, y "el Ministerio de Relaciones Exteriores es el que la aplica".
Foxley también afirmó que los legisladores, que viajaron a Bolivia el domingo y retornaron el martes, no representaron al Congreso, a la coalición de centroizquierda en el poder desde hace 16 años ni menos al gobierno de Bachelet.
El funcionario también señaló que las relaciones con Bolivia "son muy importantes". "Con el canciller (David) Choquehuanca hemos acordado un camino distinto al que intentan marcar este grupo de parlamentarios", sostuvo.
"El camino es de un diálogo amplio, sin exclusiones, paso a paso, para ir avanzando en temas que nos permitan resolver una visión de futuro en conjunto", explicó.
Estas críticas se suman a los que el martes formularon diversos parlamentarios, tanto oficialistas como de la oposición derechista, a los legisladores Nelson Ávila y Alejandro Sule, del Partido Radical, Alejandro Navarro y Marco Enríquez-Ominami, del Partido Socialista, y René Alinco, del Partido por la Democracia.
Los cinco parlamentarios, que usaron sus propios recursos para pagar el viaje –realizado a título personal–, fueron acusados por sus pares de irresponsables, desleales, vergonzosos e histéricos.
Por su parte, el secretario general del gobierno, Ricardo Lagos Weber, hijo del ex Presidente Ricardo Lagos (2000-2006), advirtió que los legisladores pudieron haber coordinado mejor sus acciones con la cancillería.
Los tres diputados y dos senadores de la coalición de centroizquierda, que también integra el Partido Demócrata Cristiano, se adelantaron a la reunión oficial que entre el 20 y 22 de julio realizarán las comisiones de Relaciones Exteriores de los dos congresos legislativos.
De la polémica visita nació una liga interparlamentaria binacional y surgió la "Declaración de La Paz", documento en que los legisladores se comprometen a buscar fórmulas de solución para los conflictos binacionales pendientes y llaman a los gobiernos a elaborar mecanismos "creativos" e "innovadores" con ese fin.
Esto implica, entre otras cosas, impulsar cambios en los libros escolares de historia sobre la Guerra del Pacífico, que enfrentó a ambos países entre 1879 y 1883, para modificar "los términos que separan" y fortalecer "aquellos que los unen".
Chile y Bolivia, que interrumpieron sus relaciones diplomáticas en 1978, están enfrentados por la insistencia de La Paz de volver a tener acceso al mar, perdido en la Guerra del Pacífico, que también involucró a Perú.
El primero en manifestar su molestia fue el diputado Patricio Melero, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), quien señaló que la visita fue "una histórica genuflexión en que los chilenos aparecían arrodillados frente a Bolivia y parecían más un circo itinerante que una delegación de congresistas que defendieran la soberanía chilena".
Su compañero de partido y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Iván Moreira, afirmó que los legisladores "viajaron a Bolivia prácticamente a firmar acuerdos para buscarle soluciones marítimas a ese país".
Para peor, la visita se realizó en momentos en que el viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos de Bolivia, Julio Gómez, anunció que Argentina no podría revender gas natural boliviano a Chile.
Legisladores chilenos fueron especialmente críticos con la ausencia del presidente boliviano Evo Morales en la reunión en Palacio Quemado de La Paz, a pesar de que había confirmado que asistiría.
Después de esperar una hora, el vicepresidente Álvaro García informó a los parlamentarios chilenos que Morales no podía asistir porque "estaba trabajando en la integración latinoamericana".
Pero a esa misma hora un periodista de la estatal Televisión Nacional de Chile entrevistaba a Morales mientras jugaba al fútbol. Esto fue interpretado como un desaire por el mundo político chileno, pues también quedó registrado para las cámaras de la televisión el momento en que el vicepresidente García daba explicaciones a los visitantes.
El senador Nelson Ávila le restó importancia a la ausencia de Morales y se mostró satisfecho con la visita, pues, aseguró, fueron recibidos por una veintena de parlamentarios y se reunieron con el vicepresidente.
De igual forma, el diputado socialista Marco Henríquez-Ominami señaló que el grupo que integró sólo realizó "diplomacia parlamentaria", justificando la utilización de formas innovadoras de acercamiento con Bolivia para resolver el histórico conflicto que existe entre ambos países.
En vez de esperar que la cancillería se demore otros 10 años en acercar posiciones, ellos optaron por tomar una postura más proactiva , dijo Henríquez-Ominami el martes a la televisión chilena.
A su vez, la senadora Soledad Alvear, presidenta de la Democracia Cristiana y ex canciller de la presidencia de Ricardo Lagos, sostuvo que las declaraciones de quienes viajaron "debieron cotejarse previamente con la cancillería".
Alvear precisó que el vínculo con Bolivia "es un tema delicado, que requiere ser tratado con mucha prudencia, que tiene precisamente en los canales diplomáticos la forma de encontrar respuestas a esta relación bilateral".
Sin embargo, para el senador Alejandro Navarro, uno de los parlamentarios que viajó a Bolivia, "no hay nada peor que esconder la cabeza".
"Chile debe solucionar los problemas con los países vecinos y hemos dado un paso en el diálogo. En ningún caso hemos querido reemplazar a la presidenta, sólo reclamamos el derecho parlamentario a dialogar", dijo Navarro.
Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, dijo a IPS que la visita y las declaraciones de los parlamentarios chilenos a Bolivia se ha sobredimensionado, dado que desde hace años que los legisladores de ambos países mantienen muy buenas relaciones.
Además, Milet dijo no creer que los congresistas chilenos hayan generado falsas expectativas en el gobierno y el pueblo boliviano, pues Morales sabe que en Chile hay sectores a favor de una salida al mar soberana para Bolivia, pero también tienen claro que la política exterior depende exclusivamente de Bachelet.
En este sentido, Milet piensa que la política del gobierno debe seguir desarrollándose de la misma forma que se ha hecho hasta ahora, es decir, con una agenda sin exclusiones.