JANICO.-En Jánico duermen con la muerte, dos antenas para las comunicaciones celulares están acabando silenciosamente con la salud de ese pueblo Desde hace muchos años investigaciones científicas han demostrado que la contaminación electromagnética provoca una serie de enfermedades tales como la alteración del sistema nervioso y ciertos tipos de cáncer entre otras. Aunque los dueños de esos dispositivos se atrevan a negarlo.
El peligro que esas torres representan lo ignora la mayoría de los habitantes del municipio, como también lo ignoró en su momento la sala capitular del ayuntamiento en las gestiones de los síndicos, Leonte Antonio Díaz (fallecido) y Domingo Durán, quienes aprobaron la instalación, a lo mejor utilizados por las compañías telefónicas Orange y Verizon propietarias de las antenas, a quienes le hicieron creer que el proyecto era para mejorar el sistema de comunicación en el área, cosa que no negamos aunque sabemos que tiene un costo mortal.
Orange y Verizon conocen el peligro de las radiaciones e incluso saben que los empleados encargados de hacer las instalaciones y mantenimiento de antenas y transmisores corren el riesgo de tener problemas para procrear hijos, pero nada hacen para evitarlo porque solo le interesa hacer dinero en un país donde no existen mínimas regulaciones ambientales, que permitió la entrada de Rockash un desecho tóxico que solo en la bahía de Manzanillo ha cobrado las vidas de doce personas sin contar los que padecen cáncer y otras enfermedades provocadas por el peligroso material.
Andrei Tchernitchin, académico del Laboratorio de Endocrinología Experimental y Patología Ambiental del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, describe los efectos de la contaminación electromagnética. Explica que podría provocar esclerosis lateral amiotrófica, Alzheimer, dermatitis, enfermedades alérgicas, asma bronquial, aumento de incidencias de abortos, alteraciones neuroconductuales, cardíacas y endocrinas, entre otras.
Al investigar las muertes causadas por arritmia e infarto agudo del miocardio se ha establecido que hay relación con la exposición acumulativa a este tipo de contaminación. "Existe evidencia experimental de efectos biológicos asociados a la exposición a radiaciones electromagnéticas. Algunos de estos efectos, descritos en trabajos experimentales y en estudios epidemiológicos, han sido interpretados como evidencia de que exposiciones prolongadas a campos electromagnéticos de baja intensidad son potencialmente nocivas", dice Tchernitchin.
Si Jánico no se libera en lo inmediato de esas antenas no tardará mucho tiempo en aparecer los daños y la secuela será imposible detenerla si se toma en consideración lo que algunos expertos suelen indicar: "El desarrollo del cáncer por exposición a radiaciones electromagnéticas es un efecto diferido, es decir, se desarrolla después de un período de contacto que puede durar años.
El geobiólogo, español Carlos Requejo, dice que la radiación electromagnética acelera las ondas cerebrales al límite del estrés y puede tener otros efectos biológicos: Según Requejo, la exposición contínua a celulares o antenas repetidoras provocaría daños en la membrana celular, efectos sobre el sistema inmunitario con pérdida de defensas y alteración del ADN.
La culpa de lo que suceda si no mueven las antenas a otro lugar de bajo riesgo, la tienen primero las compañías telefónicas y luego los síndicos y regidores que permitieron y aprobaron su instalación, esa es una deuda que tienen con el pueblo y un peso en la conciencia por haberse prestado para poner en peligro la salud de los habitantes de Jánico. Muchos en el pueblo han dicho que hubo soborno y que de no haber sido por las papeletas que se repartieron en el ayuntamiento, la aprobación no se hubiese materializado. Esto no lo afirmamos porque no existen pruebas.
Pero el asunto no termina con el daño ambiental y a la salud de los janiqueros, es que esas antenas no han resuelto el problema que impide la eficiencia de la comunicación celular en esa parte de la sierra, citamos como ejemplo las dificultades que existen en Cebú, Bao, Don Juan y Fortaleza, comunidades situadas a menos de siete kilómetros de las torres y donde lograr conectar una llamada móvil sigue siendo un privilegio.
Es que lo accidentado del terreno impide la efectividad de la comunicación. El colmo es que en el mismo pueblo también existe la misma dificultad para las llamadas de celular a celular, esto indica que Orange y Verizon hicieron sus instalaciones en el lugar menos indicado, si de lograr la eficiencia en el servicio se trata, debieron ubicarlas en cerros de la zona, y no donde se encuentran arropadas por las alturas de las lomas que rodean al municipio, lo que limita su efectividad a un radio muy reducido según estiman expertos en la materia. Ya es hora de que los residentes en el municipio de Jánico empiecen a reclamar el traslado de esas dos torres porque si no lo hacen ahora, luego será muy tarde.
El autor es un periodista de Jánico residente en los Estados Unidos