DALLAS.- Dwyane Wade apabulló de nuevo a los Mavericks de Dallas, esta vez para eliminarlos en forma definitiva, y el Heat de Miami culminó así a remontada impresionante, al ganar cuatro encuentros seguidos, para coronarse por primera vez campeón de la NBA. Tal como lo predijo el pívot estelar Shaquille O'Neal y nueve años atrás el técnico Pat Riley, habrá por fin un desfile en Miami para celebrar el título. Seguramente, Wade encabezará ese desfile.
"Esta es una de las mejores sensaciones que he tenido en toda mi vida, junto con el amor de mi esposa y mi hijo", dijo Wade. "La recordaré siempre", agregó el cotizado jugador, quien fue electo como el más valioso de la serie final.
La figura de Miami totalizó 36 puntos y 10 rebotes, en las narices de la afición de Dallas, que lo increpó durante todo el partido. Coronó su magnífica postemporada al guiar a Miami hacia un triunfo por 95-92 sobre los Mavericks, la noche del martes.
El Heat se recuperó de una desventaja de dos encuentros para ganar la final de la NBA en seis enfrentamientos.
Wade se consolidó como una estrella de la NBA, al dar actuaciones sobresalientes en cuatro partidos. Remató su desempeño con cuatro tiros libres convertidos en el último minuto, bajo una tensión asfixiante, en el mismo estadio donde Miami había perdido los dos primeros compromisos de la final.
El talento deslumbrante de Wade le dio un quinto anillo de campeón a Riley, quien es el tercer técnico con más títulos en la historia de la NBA. O'Neal suma ya cuatro anillos de monarca.
"El gran Pat Riley nos dijo que íbamos a ganar hoy", dijo O'Neal después de celebrar en la cancha con su familia.
El alemán Dirk Nowitzki totalizó 29 puntos y 15 rebotes por los Mavs, que sin embargo, no lograron la canasta que necesitaban para imponerse a la tenacidad de Wade.
El Heat finalizó la 18va temporada de la franquicia con una de las mayores remontadas en la historia de la final. A tono con el dramatismo de la serie, el sexto encuentro fue sumamente reñido.
Miami tomó una magra ventaja de 89-85 cuando restaban 2:36 minutos, gracias a dos saltos de James Posey.
Jerry Stackhouse redujo la diferencia a un punto mediante un enceste triple, en su primer partido desde que cumplió una suspensión. Pero después de que Udonis Haslem y Josh Howard aportaron un enceste por bando, Wade convirtió dos tiros libres, a 26 segundos del timbrazo.
Erick Dampier soltó un pase en la siguiente ofensiva de dallas, y Wade fue con todo por el balón. Acertó dos tiros más desde la línea de castigo, con 17,7 segundos por jugarse.
Después de que Howard respondió con un par de tiros libres, Wade falló dos con 10,3 segundos restantes.
Pero Jason Terry erró un triple, y Wade arrojó el balón con todas sus fuerzas, como queriendo romper el techo del estadio, mientras el tiempo se agotaba.
Miami resolvió la serie frente a más de 20.000 aficionados de Dallas, todavía furiosos con los árbitros de la NBA y con el comisionado David Stern, por las tres derrotas sufridas por los Mavs en Miami la semana pasada.
El dueño de los Mavericks, Mark Cuban, invadió la cancha para protestar las decisiones arbitrales después del quinto partido, lo que le valió una multa de 250.000 dólares, anunciada el martes, más temprano.
En cambio, el Heat se concentró sólo en cumplir las promesas de Riley y O'Neal.
El experimentado técnico prometió un campeonato hace 11 años, al tomar las riendas del equipo. El "Shaq" ofreció también un trofeo a Miami cuando los Lakers de Los Angeles lo cedieron al Heat, hace dos campañas.
"Vine a Miami porque sabía que aquí jugaba este joven amigo", dijo O'Neal, mientras señalaba a Wade. "Yo sabía que podía hacer de él un mejor jugador".