Todo el territorio de los Estados Unidos será escenario para la discusión de la Reforma migratoria luego que dirigentes del partido republicano en la Cámara Baja del Congreso de ese país decidieron con ese propósito organizar mesas redondas en todos sus estados.
Según la BBC, el primer impacto de la medida es que prolongará aún más las negociaciones con el Senado para ponerse de acuerdo en una sola legislación.
"No he establecido ningún calendario, porque creo que esto hay que hacerlo bien", declaró el presidente de la cámara baja, el republicano Dennis Hastert.
Harry Reid, líder de los demócratas en el Senado, criticó la propuesta de los republicanos. "Seamos claros: esta idea tonta de realizar 'audiencias en el terreno' es sólo un intento para demorar, impedir y obstruir un esfuerzo 'bipartisano' para fortalecer nuestras fronteras y arreglar nuestro sistema de inmigración", sentenció
La BBC dice que por ahora, ambas cámaras del congreso han aprobado proyectos de legislación migratoria que contienen importantes diferencias.
Indica que ambos buscan reforzar la seguridad fronteriza, pero el proyecto del Senado incluye un programa de trabajadores huéspedes y ofrece "un camino hacia la ciudadanía" para aquellos inmigrantes indocumentados.
Explica que el proyecto de la Cámara de Representantes busca deportar a los trabajadores ilegales y convertir en delito el quedarse sin permiso en territorio de EE.UU.
Los proyectos de ley del Senado y de la Cámara baja tienen bastantes diferencias.
El presidente George W. Bush esperaba que las negociaciones entre las dos cámaras, para conseguir una legislación única culminaran antes de las elecciones parciales de noviembre.
El mandatario se ha mostrado favorable a una ley migratoria que, de modo general, siga los lineamientos de la propuesta del Senado. Algunos analistas han señalado que la decisión de los republicanos de organizar una serie de debates públicos sobre el tema es un revés para los planes del presidente.
En Estados Unidos viven unos 11,5 millones de inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales salieron a las calles en mayo en una serie de marchas de protesta contra medidas migratorias más estrictas.
Debates públicos
Los planes de los republicanos incluye llevar a cabo discusiones públicas sobre migración en sus distritos electorales durante el mes de agosto en zonas del sur, suroeste y otras partes de EE.UU. donde el tema es particularmente delicado.
Los diputados de este partido están descontentos con el proyecto de ley aprobado en el Senado, incluidos los votos de sus propios partidarios, porque consideran que ofrece demasiado beneficios.
Recientemente se sintieron reivindicados políticamente cuando uno de sus candidatos ganó una elección local en la zona de San Diego, en el estado de California.
La base de la campaña del candidato, Bill Bilbray, había sido su oposición a los planes migratorios de Bush.
dtg