El Fiscal General de Estados Unidos, Alberto González, advirtió que grupos que clasificó como terroristas que se han desarrollado en el país pueden convertirse en un peligro aún mayor que al-Qaeda si se los deja fuera de control.
González hizo las declaraciones en una conferencia de prensa en la que detalló los cargos contra cinco ciudadanos estadounidenses y dos haitianos arrestados el jueves, en Miami.
Los arrestados están acusados de complotar contra Estados Unidos planificando ataques que incluían, entre otros, las Torres Sears de Chicago.
"Tenemos una situación en que estadounidenses buscaban herir a estadounidenses. Solicitaron materiales, pidieron fondos, juraron lealtad a al-Qaeda. Creemos que hay suficiente información para respaldar las acusaciones -dijo González, quien agregó- Actuamos en el momento preciso, porque tenemos la obligación de impedir que se produzca otro ataque contra Estados Unidos".
Narseal Batiste, aparentemente quería armar un grupo para atacar a infieles, junto a otros seis integrantes de una célula sospechosa de planear un atentado contra el edificio más alto de Estados Unidos, y fueron acusados este viernes de cargos por conspiración para colaborar con al-Qaeda y para operar bajo el control de esa organización.
Los detenidos fueron arrestados durante una gran redada en un almacén del distrito Liberty City de Miami.
La acusación denuncia que los sospechosos colaboraron tomando fotografías y videos con un presunto plan de al-Qaeda que tenía por misión la destrucción de edificios del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
El alcalde de Miami, Manny Díaz declaró que "no hay ningun peligro para nosotros", mientras las autoridades estadounidenses dijeron que no se habían encontrado armas ni rastros de materiales explosivos y reiteraron que no había amenazas inmediatas, no obstante no quisieron revelar muchos detalles sobre la operación.
Entre los sospechosos se incluyen cinco estadounidenses y dos extranjeros, uno de ellos haitiano, y según los primeros informes de agencias se cree que todos son musulmanes.
Según la acusación, el sospechoso Narseal Batiste le habría pedido al agente infiltrado ayuda para formar un "ejército islámico para llevar a cabo una guerra santa".
También le habría dicho al infiltrado miembro de al-Qaeda que tanto él como sus cinco "soldados" querían recibir entrenamiento y planificación de la red para "una ofensiva total en el terreno" contra Estados Unidos para "matar a tantos demonios como podamos".
La misión sería "tan buena o más que la del 11 de septiembre", dijo Batiste según la acusación.