Nuestra Constitución está hecha de parcho, mal puesto. Tampoco ha estado en consonancia con los cambios que ha operado el mundo en los últimos tiempos, por lo que en cierta medida está desactualizada. Todos los sectores parecen comprender la necesidad de elaborar un texto que no responda a coyunturas y que mucho menos sea el producto del capricho de uno u otro grupo.
Requerimos de una Constitución moderna que se corresponda con las aspiraciones de los ciudadanos. Es difícil satisfacer a todo el mundo. Cada quien tiende a tener un criterio personal de lo que es relevante e importante, especialmente por cada quien lo evalúa en función a su visión particular. Es un derecho de todo ser un humano defender sus propios intereses. Pero es un delito hacerlo e imponerlo sin tomar en cuenta la colectividad. Vivimos en un mundo de intereses.
La Constitución vigente responde a esta realidad, con la salvedad de que las reformas del 1994 y del 2002 se hicieron sobre la base de intereses grupales y a la carrera. Reformarla es una necesidad. Ahora bien, el problema que se plantea gira en torno a mecanismo adecuado para garantizar que dicha modificación responda a la aspiración general de la sociedad.
El debate planteado es en cuanto a la forma, no el fondo. ¿Consulta popular o Constituyente? Desde mi punto de vista tiene relevancia que se haga de un modo u otro. Lo trascendente y significativo es que aquellos aspectos ampliamente debatidos se incluyan en las propuestas.
El establecimiento del tribunal de garantías constitucionales, el referendo o plebiscito, instituir un mecanismo que impida que los jueces de la Junta Central Electoral y los miembros de la Cámara de Cuentas no respondan a criterios partidistas, con algunos puntos.
Asegurar que estos puntos estén incluidos en las propuestas no es un problema de consulta o constituyente. Quizás los dos aspectos más controversiales sean el de la reelección presidencial y la unificación o no de las elecciones.
En el primer caso estoy de acuerdo que se mantenga como está contemplado en el texto vigente, y en cuanto a segundo pienso que podría unificarse sobre la base del consenso para extender el periodo presidencial en dos años, o que recortarles dos años a los legisladores electos en mayo del 2006. ¿Qué dice la población?