SANTO DOMINGO.-Paula Dobriansky, citó a República Dominicana, junto a Paraguay, entre los países donde el Gobierno de EE.UU. trabaja para mejorar el abiente legal en favor de la reforma contra la corrupción y administración de Jsticia. En declaraciones en la que se mencionan retos a la democracia latinoamericana, la subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Mundiales, plantea la necesidad de apuntalar la democracia en la región.
Al declarar el 21 de junio ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ambos funcionarios coincidieron en que el Hemisferio Occidental ha experimentado una notable transformación en un periodo relativamente breve, al evolucionar desde una región inestable, proclive a los golpes militares, para convertirse en una vibrante, si bien todavía frágil, comunidad de democracias. Señalaron que el único país del hemisferio que no ha adoptado todavía la democracia es Cuba, dirigida aún por el dictador Fidel Castro.
La subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Mundiales, Paula Dobriansky, les dijo a los legisladores en sus comentarios preparados de antemano que Estados Unidos cultiva cuidadosamente el consenso democrático en las Américas y procura "trabajar con líderes responsables de todo el espectro político, de una manera respetuosa y mutuamente beneficiosa, para hacer de la democracia una fuerza en pro de la inclusión y el otorgamiento de poderes".
Pero "si bien la región ha llegado lejos", sigue enfrentando muchos retos, agregó. Las expectativas populares han generado presión sobre los gobiernos para que sean más responsivos a las necesidades de los ciudadanos comunes y corrientes, pero muchas instituciones regionales no son todavía capaces de hacer realidad los cambios que esperan los ciudadanos, dijo. "Allí donde la brecha es más amplia, las poblaciones son más susceptibles a los cantos de sirena de los populistas y el impulso regresivo que representan", afirmó.
Dado que los movimientos políticos desatados por los demagogos populistas amenazan a menudo con socavar la democracia representativa, "esta tarea de fortalecer las instituciones [democráticas] se ha convertido en una prioridad clave de los gobiernos de toda la región", explicó Dobriansky. "Apoyar a nuestros vecinos en este empeño figura entre las más altas prioridades de nuestra política en el Hemisferio Occidental".
Señaló la subsecretaria que los programas de ayuda estadounidense en el hemisferio "van desde la reforma de los códigos legales y la capacitación del poder judicial hasta los proyectos contra la corrupción, la solución de conflictos y el apoyo a las elecciones libres e imparciales". Destacó los programas ya establecidos que ahora operan en varios países.
"En Paraguay y la República Dominicana colaboramos con nuestros asociados con el fin de mejorar el ambiente legal en favor de la reforma contra la corrupción y la administración de justicia", indicó. "En Haití, que tal vez es nuestro reto más importante, ayudamos a llevar a cabo elecciones presidenciales y parlamentarias exitosas mediante el fortalecimiento de los partidos políticos, el reforzamiento del Consejo Electoral (haitiano), el apoyo a los observadores electorales, la formación de periodistas y el apoyo a las campañas de educación cívica".
De modo similar, añadió Dobriansky, "promover la prosperidad económica es fundamental en nuestra agenda, porque la desigualdad del ingreso y la riqueza y (la) exclusión social que caracterizan a gran parte de la región hacen difícil que la democracia prospere". Al mismo tiempo, "el crecimiento económico sostenible y la estabilidad política sólo son posibles si los gobiernos, conscientemente, ofrecen acceso al sistema político, la oportunidad económica y la justicia social para todos los ciudadanos, especialmente los pobres y marginados".
Adolfo Franco, administrador adjunto para América Latina y el Caribe en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), prometió que "los fuertes vínculos económicos, culturales y geográficos" entre Estados Unidos y sus vecinos hemisféricos asegurarán que la USAID "siga comprometida a promover democracias vigorosas y prósperas en América Latina".
Recientemente la USAID se ha involucrado de modo creciente en la atención del problema de las pandillas y la delincuencia en América Central y México, les dijo Franco a los legisladores. "Cuando a los centroamericanos se los consulta acerca de sus temores primordiales, la seguridad personal y la seguridad de sus vecindarios son las preocupaciones más comunes, y a menudo se menciona a las pandillas como la razón de las elevadas tasas de criminalidad y violencia en sus comunidades", declaró. La actividad de las pandillas plantea también una amenaza grave a la democracia, dado que "en muchos países un alto nivel de criminalidad ofrece, en la mente de la gente, la justificación más fuerte de un golpe militar", agregó.
Un informe reciente de la USAID "revela que detener efectivamente y en el largo plazo la propagación de la violencia de las pandillas requerirá una combinación de estrategias de prevención, intervención y ejecución de la ley", dijo. Observó Franco que la mayoría de los países ha respondido aumentando su inversión en la ejecución de la ley, pero no han hecho intentos concertados de prevención e intervención.
No obstante, la USAID "está en una situación única para ocuparse de los aspectos de prevención e intervención, y al presente contempla hacerlo así apoyando políticas y programas basados en la comunidad que atiendan las causas primordiales de la proliferación de las pandillas juveniles en El Salvador, Guatemala y Honduras", señaló.
Los retos que encara América Latina exigen un esfuerzo de largo plazo, sostenido y en colaboración, por parte de las agencias del gobierno de Estados Unidos y los gobiernos de los países anfitriones, dijo Franco.