MARKSVILLE (Luisiana).- El padre de uno de los siete acusados de planear un atentado contra la torre Sears de Chicago y otros edificios en Estados Unidos, afirmó que no tenía manera de explicar cómo su hijo era sospechoso de liderar un grupo terrorista.
"El no está en sus cabales", dijo Narcisse Batiste, de 72 años, al ser entrevistado en su hogar en Bunkie, Luisiana, en referencia a su hijo Narseal, de 32.
Los siete jóvenes arrestados en Miami por una presunta conspiración contra el edificio más alto de Estados Unidos formaban parte de un grupo de terroristas locales que buscaban trabajar con la red al-Qaida.
Sin embargo, terminaron conspirando con un informante del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), dijo el viernes el secretario de Justicia, Alberto Gonzales.
Autoridades federales del FBI calificaron de "más aspiracional que operacional" el plan de los siete jóvenes estadounidenses de hacer explotar la famosa torre de 110 pisos de Chicago y edificaciones gubernamentales en Miami.
Narseal Batiste fue acusado de ser el líder del grupo. El informante precisó que Batiste y sus compañeros querían ser entrenados por al-Qaida y planearon una "guerra total" contra Estados Unidos "para matar a todos los demonios que podamos".
Los siete se encuentran detenidos, bajo cargos de conspiración, informaron los investigadores.
"Eran personas que por algún motivo consideraban a su propio país como enemigo", declaró Gonzales el viernes en rueda de prensa.
Narcisse Batiste dijo el sábado que desde los días posteriores a los ataques del 11 de septiembre del 2001 no había visto a su hijo Narseal, el menor de su prole de cinco varones y una mujer. En aquel momento, aseveró, el joven se había mostrado impresionado por los atentados.
"Incluso me dijo: 'es terrible lo que nos han hecho'. No le gustó para nada", recordó Batiste, quien recordó que la muerte de su esposa Audrey en el 2000, debido a complicaciones quirúrgicas, había sido nefasta para su familia.
"Afectó a todos mis hijos", afirmó. "Eso tiene mucho que ver con sus acciones, te lo aseguro", agregó en referencia a su hijo Narseal, quien siendo niño vivió varias mudanzas de ida y vuelta entre Marksville, Luisiana, y Chicago, donde Narcisse conseguía eventuales trabajos como constructor.
Narseal Batiste asistió a una escuela católica en Chicago y a una pública cerca de Marksville. Según su padre, en la adolescencia tocaba el saxofón para la banda de la secundaria y se destacó en las clases de literatura y arte.
Narcisse Batiste asegura que pensaba que su hijo y su esposa Minerva tenían un negocio de construcción en Miami, donde vivían junto a los cuatro niños engendrados por la pareja.
Según su padre, Narseal lucía normal la última vez lo vio. "Se mostraba amoroso. Era amigable. Así era cuando se fue de aquí", afirmó el anciano en su casa.