NUEVA YORK (Miércoles, Junio 28).- Un gran desconcierto reina dentro de la
comunidad hispana de Nueva York luego de que la Junta de Alquileres decidiera
aumentar sustancialmente el precio por la renta de los apartamentos públicos
estabilizados, con el mayor gravamen en 15 años.
La medida oficial dispone un nuevo incremento de un 4.25 por ciento en los
contratos de un año y un 7.25 en contratos de dos años, más un 15 por ciento
autorizado para las agencias operadoras. La Junta de Alquileres anunció su
decisión después de celebrar una kilométrica reunión en el Bajo Manhattan, para
volver a gravar más de un millón de apartamentos de alquiler estabilizado de la
ciudad.
Debido a esa situación, cientos de madres de familias lanzaron el grito al
cielo y comienzan a organizarse para decirle "no nos vamos" a los caseros de
Washington Heights, comunidad poblada básicamente por ciudadanos dominicanos, los más afectados por la medida.
Trascendió que los constantes aumentos en los precios de la renta controlada
en la zona norte de Manhattan buscan auspiciar un desalojo masivo de
dominicanos e hispanos, para dar paso a asiáticos y blancos que puedan pagar más por los apartamentos, luego de renovados.
"Ya no puedo más", dijo María Perez, una dominicana residente de Sherman
Avenue, en pleno corazón del Alto Manhattan. "Esta renta no la aguanta nadie,
estoy cansada, y nuestro landlor ni siquiera nos hace caso. Lo que quiere es
echarnos a la calle", agregó.
El mes pasado, la Junta de Alquileres había expresado que el aumento no sería
mayor del 6 por ciento.
Teresa Rodríguez, una argentina que vive en Inwood, Nueva York, consideró la
medida como abusiva. "Los caseros parecen ser los dueños y señores de la
ciudad, ellos hacen lo que le venga en gana, y nadie nos defiende", sostuvo.
El abril del 2005, el asambleísta de origen dominicano, Adriano Espaillat,
denunció que existe un plan para desalojar 250,000 familias de Washington
Heights, ubicadas entre las calles 135 y la 228. Al parecer la idea se está
concretizando porque los aumentos considerables en los precios de los apartamentos están "desesperando" a toda la población que se ve impotente ante tal medida.
Sin embargo, parece que el trabajo de los políticos resulta poco o
insuficiente, ya que los caseros tienen en carpeta ejecutar un plan de desalojo masivo lo antes posible.
"Tengo una prima que ya fue desalojada, sin derecho a nada", reveló Persia
Cortez, residente de Cabrini Heights. "Nadie pudo ayudarla, teniendo ella en su
casa a su esposo enfermo y a dos niños pequeños, pero fué echada de la casa
como a una perra".
Este reportero supo que los caseros ya ni respetan a los inquilinos con
sección 8, los cuales son pagados por el propio gobierno. "Yo vivo en un
apartamento que me lo paga el gobierno, pero el casero me ha enviado una carta
diciendome que no me permitirá vivir allí porque la sección 8 no seguirá pagando por mí", explicó a The Latin Post Minerva Díaz Maldonado.
"Pero esto no lo entiendo. Los edificios son del gobierno, y el gobierno me
paga mi renta, por lo menos en un 80 por ciento. No termino de entender este
plan", agregó Díaz Maldonado, quien reside en un edificio antiguo de la avenida
Broadway, a la altura de la calle 178.
Adriano Espaillat es señalado por muchos inquilinos dominicanos como uno de
los culpables del problema, juntamente con el concejal Miguel Martínez.
Sostienen algunos, que no quisieron revelar sus nombres, que Miguel y Adriano actúan en "contubernio" con los caseros, porque estos, supuestamente, auspician sus actividades políticas.
"De que existe un plan para un gran desalojo lo existe", reveló Adriano
Espaillat. "Yo no le debo nada a los caseros, mi lucha seguirá hasta la victoria.
De aquí no nos vamos", aseguró el político originario de Moca, República
Dominicana.
Este temor, unido a los recientes aumentos en el precio de la renta en los
apartamentos regulados, ha causado que cientos de familias afectadas comiencen a organizarse en un movimiento peligroso que podría desencadenar en disturbios y graves protestas en Washington Heights en los próximos días.