Jacksonville, Florida.─ Urólogos de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, reportaron que alrededor de dos tercios de los hombres tratados de hiperplasia prostática benigna (HPB) sintieron una gran mejoría de los síntomas urinarios entre 6 a 12 meses después del tratamiento con coagulación intersticial con láser.
Las series de 100 hombres, que fueron tratados entre julio del 2003 y mayo del 2005, es el mayor grupo de pacientes tratados con la tecnología más avanzada disponible del Sistema de láser intersticial Indigo Optima.
La Coagulación Láser Intersticial con láser Indigo es una de las alternativas quirúrgicas mínimamente invasivas disponibles para hombres que presentan síntomas molestos, producto de la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB).
El urólogo de la Clínica Mayo de Jacksonville, doctor Todd Igel y sus colegas realizan el procedimiento, para el cual según el especialista, la mayoría de los hombres con crecimiento leve a moderado de la próstata, son candidatos.
“Esta es una alternativa a la terapia médica, particularmente para hombres cuyos síntomas no mejoran con este método, experimentan efectos secundarios importantes o no desean incurrir en los costos de tomar medicinas”, manifiesta el doctor Igel. El procedimiento ambulatorio (office-based) dura aproximadamente entre 20 a 30 minutos. La mayoría de los pacientes requieren sólo anestésico local antes de que el doctor Igel o sus colegas inserten una fibra óptica láser delgada a través de la uretra del paciente llegando a la glándula prostática. El especialista entonces gira el dispositivo para distribuir energía láser controlada a partes seleccionadas de la próstata que ha crecido de tamaño. El láser destruye una zona de tejido que el cuerpo del paciente absorbe. La próstata empieza a reducirse con el paso del tiempo, ofreciendo a los pacientes un alivio potencial de los síntomas urinarios como la micción débil, dificultad de comenzar a orinar, interrupción del flujo urinario y reinicio cuando se está orinando y la incapacidad de vaciar completamente la vejiga.
La Terapia Termal de Microondas Transuretral (TUMT) es otro procedimiento mínimamente invasivo usado para tratar la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB). Usa energía por microondas para destruir tejido prostático. Sin embargo, el doctor Igel dice que el láser de coagulación intersticial “es más versátil porque tiene el potencial de ser más preciso. Uno puede ver dónde está colocando la fibra dentro de la próstata. Puedes ir viendo lo que estás haciendo. Es una terapia visualmente definida”, explica el doctor Igel.
Con TUMT el especialista se basa en la guía de imágenes ultrasonido para ubicar el catéter que se necesita para quemar el tejido prostático. Además, Igel dice que la terapia microondas no puede tratar el lóbulo medio de la próstata.
El tratamiento quirúrgico más común para la Hiperplasia Prostática Benigna, resección transuretral de la próstata (TURP), requiere de uno a tres días de hospitalización. Los pacientes pueden esperar gran mejoría de sus síntomas casi inmediatamente después del procedimiento TURP. Sin embargo, existe un mayor riesgo de efectos secundarios que con el procedimiento de Coagulación Láser Intersticial. Estos efectos colaterales pueden incluir incontinencia urinaria, impotencia y eyaculación retrógrada.
La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) es una condición que afecta a alrededor del 50% de los hombres de más de 50 años y a más del 90% de hombres mayores de 80. Los médicos usualmente recomiendan esperar y vigilar, hasta que los síntomas empiecen a molestar.
El doctor Igel y sus colegas, doctores Theodore Brisson y Gregory Broderick presentaron los datos de su investigación en la reunión anual de la Sección Sureste de la Asociación Americana de Urología, efectuada en marzo de este año.
La Clínica Mayo es el primer y más grande grupo de práctica integral del mundo. El Centro del Cáncer de la Clínica Mayo ha sido designado como uno de los Centros del Instituto Nacional del Cáncer.
El campus ubicado en Jacksonville, Florida, cuenta con más de 320 médicos, cirujanos y científicos que se han especializado en más de 40 áreas.
Los pacientes que necesitan hospitalización son internados en el St. Luke’s Hospital. Sin embargo, se está realizando la construcción de un hospital para 214 camas en el campus de la Clínica Mayo, el cual fue abierto en 1986.
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