BERLIN.- Jens Lehman atajó dos penales para darle a Alemania el viernes el pase a las semifinales de la Copa del Mundo con una victoria 4-2 ante Argentina en una definición por esa vía luego que el partido finalizara 1-1. Roberto Ayala, de cabeza, metió el gol argentino a los 49 minutos y Miroslav Klose igualó a los 80, también por la vía del cabezazo.
Lehman, arquero del Arsenal inglés, atajó los disparos de Roberto Ayala y Esteban Cambiasso. Convirtieron Julio Cruz y Maxi Rodríguez.
Para Alemania lo hicieron Oliver Neuville, Michael Ballack, Lukas Podolski y Tim Borowski.
El estadio Olímpico estalló en celebración cuando Lehman atajó el penal de Cambiasso, mientras los jugadores argentinos derramaban lágrimas e incluso hubo una pelea en el mediocampo.
Alemania jugará el martes en Dortmund por un lugar en la final, ante el ganador del posterior choque entre Italia y Ucrania, en Hamburgo.
Suelta y dominante. Así arrancó Argentina, con presión desde la salida misma, pelota al ras del piso y copando la zona central con Javier Mascherano y Luis González, mientras Carlos Tevez lucía habilidoso en el mano a mano y solidario a la hora de marcar por su banda izquierda.
Un arranque impreciso de Ballack dejó a los alemanes sin su principal alimento, con Klose y Podolski neutralizados por una defensa que no daba respiro.
Al no tener la pelota, Alemania distó de ser aquel equipo arrollador que prometía de antemano, aunque cantó presente con dos acciones de Ballack: primero, el arquero Roberto Abbondanzieri le tapó un disparo en dos tiempos, y después el alemán cabeceó un centro de Bernd Schneider que se fue apenas desviado.
Argentina controló el balón pero carecía de profundidad en los metros finales, con pelotazos como estilete de Juan Román Riquelme en la búsqueda de sus compañeros, aunque Hernán Crespo estaba ausente del toque que le proponía Tevez, del Corinthians de Brasil.
Tevez metió tres caños en otras tantas jugadas, cosechando aplausos y ovaciones por parte de millares de argentinos en el estadio.
Sin tener tanto la pelota, Alemania se mostró más práctico a la hora de atacar, como ocurrió cuando Per Mertsacker le pegó de media vuelta y la pelota se fue por arriba del travesaño.
La propuesta de Argentina fue anestesiar el juego y en eso Riquelme fue llamado a su especialidad, aunque a veces la perdía por hacer una jugada de más.
Bastante trabajo en defensa y casi nada en ataque, lo que hizo Argentina fue mantenerse fiel a su estilo de frenar el vértigo y tratar de llegar tocando ante unos alemanes que en el fondo fueron muralla.
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Jens Lehmann tuvo una tarea sobria en los 120 minutos y fue decisivo en los penales. Leer
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En medio del tanteo y el recelo mutuo, apenas asomado el complemento los argentinos llegaron al gol: Riquelme lanzó un córner desde la izquierda, Crespo arrastró consigo a dos defensores y Ayala, entrando por detrás, le ganó en el salto a Klose y la clavó en la red.
Después, lo previsible: Alemania se fue al ataque con todo su batallón, arrinconó a los argentinos con pelotazos y un centro no pudo ser atrapado por Abbondanzieri, la pelota le fue a Ballack y su disparo dio en una pierna salvadora de Ayala, que fue al cruce con todo.
En esa acción, Abbondanzieri recibió un rodillazo de Klose y debió ser reemplazado por Leo Franco, después de largos minutos en los que el arquero se quedó en el piso dando muestras de dolor.
Esa acción, le dio un respiro a Argentina, que luego estuvo a punto de aumentar cuando en un contragolpe Tevez se la abrió para Maxi Rodríguez hacia la derecha y su remate pegó en la parte externa de la red.
Pero de tanto ir arriba, Alemania alcanzó un merecido empate cuando Ballack lanzó un centro al área que fue peinado por Tim Borowski hacia Klose, quien le ganó a la marca de Juan Pablo Sorín y de cabeza sacudió la red. Fue el quinto gol de Klose en el mundial, quien poco después fue reemplazado por Neuville.
Ante una Argentina decidida a defenderse y a salir de contragolpe, el empuje alemán se fue disipando de a poco, con ambos equipos dosificando energías, ya que el alarque se dibujaba en el horizonte.
Conscientes de que en el tiempo extra un error resultaría fatal, ambos equipos extremaron precauciones atrás, con inalterable línea de cuatro.
Las emociones escaseaban hasta que sobre el cierre del primer tiempo del alargue, y con Alemania decreciendo en su ritmo, Argentina arrimó algún peligro con un disparo fuerte y desviado de "Lucho" González.
De a poco, Argentina emparejó el juego ante una Alemania que le costaba llegar arriba y con Phillip Lahm contenido en sus proyecciones. Por su sector, Fabricio Coloccini se insinuaba como amenaza, como ocurrió con un remate apenas desviado desde el vértice del área grande y con otro similar que pegó el el travesaño.
La definición con tiros desde el punto penal le dio la victoria a Alemania, tal y como ocurrió en la final de 1990, cuando un discutido penal sobre la hora coronó a los germanos sobre Argentina.