En mis años, un poco más de medio siglo, he visto como proliferan hechos mágicos en el campo espiritual, pero en especial en la última década.
Por eso he creído más que nunca, después de este medio siglo, que el milagro existe. Pues no sería otro el fenómeno que ha convertido a mucha gente de no creyentes en creyentes en la medida en que se acerca al poder.
Gente atea, no creyente, que basaba sus principios en la ética marxista, en la medida en que se acercan al poder han renunciado a ella para pregonar su creencia en Dios.
Y creo que eso es milagroso, porque no supongo que Dios, primero transforme al no creyente y luego lo acerque al poder terrenal, cuando lo que marca a un creyente es la vida sencilla y no la opulencia.
Yo he visto a gente anónima transformarse espiritualmente, y anónimo siguen, y todo lo han hecho en base a una reflexión espiritual y con la humildad y sincillez como estilo de vida.
Pero el milagro de que Dios transforme, casi automáticamente, a una persona de ateo a cristiana en la medida en que se acerca al poder, o que quiere acercarse a él, constituye un hecho inaudito que debe rallar en lo mágico-religioso.
El caso es interesante. Digno de un estudio, no solo sociológico, sino psicológico, y no sé si patológico, para extraer una explicación de este fenómeno, que no creo sea solo propio de República Dominicana, pero que de seguro es donde este tipo de milagro más prolifera.
Yo no oigo hablar mucho de la existencia de camaleones en mi país, y no dudo que hayan preferido huir, a sabiendas que no es a ellos a quienes se pondría de ejemplo en eso de registrar cambios bruscos, sino a esos personajes que con fe ayer negaban a Dios y una vez en las mieles del poder le profesan devoción.
Ojalá que me ayudaran. Que alguien explicara este fenómeno desde una óptica marxista y otra persona desde la optica cristiana.