WASHINGTON.- Estados Unidos y Japón mantendrán una postura unida frente a Corea del Norte, dijo este viernes el presidente George Bush. Ambas naciones cooperarán en la defensa antimisiles como así también en cuanto a seguir disuadiendo a Pyongyan de lanzar un misil balístico de largo alcance, les dijo el presidente Bush a los reporteros el 29 de junio en la Casa Blanca.
El presidente hizo estos comentarios con el primer ministro japonés Junichiro Koizumi, quien hace su última visita a Estados Unidos como jefe del gobierno de Japón.
"Ambos concordamos en que para nosotros es muy importante mantenernos unidos al enviar al líder norcoreano un mensaje claro en el sentido de que, ante todo, lanzar el misil es inaceptable. No ha habido información en cuanto a lo que hay en la punta del misil. No le han dicho a nadie a dónde va el misil", señaló Bush.
Dijo también que Japón, Estados Unidos y otros países "no pueden permitirse ser tenidos en rehenes por los cohetes" y la situación ha ofrecido a los dos países una oportunidad de "compartir y cooperar en las defensas antimisiles".
El primer ministro Koizumi indicó que si el misil fuera lanzado "aplicaríamos varias presiones".
Dijo que Japón y Estados Unidos "necesitan mantener una estrecha coordinación y alentar a Corea del Norte a que se convierta en un miembro responsable de la comunidad internacional" .
El presidente y el primer ministro discutieron también el problema de los secuestros norcoreanos de extranjeros, los cuales, dijo Bush "me recuerdan la naturaleza del régimen". Apuntó también que ambos líderes comparten una "profunda preocupación acerca de la condición humana en Corea del Norte".
Señaló Bush que él y Koizumi discutieron también el tema de la energía y cómo reducir la dependencia de los hidrocarburos, como así también las maneras de acelerar los reactores nucleares de producción rápida y desarrollar nuevos tipos de reprocesamiento de uranio.
APOYO DE JAPON A IRAQ
El presidente elogió el compromiso japonés de enviar fuerzas defensivas a Iraq, lo que, dijo, fue una "decisión difícil" para el primer ministro.
Japón, señaló, "hace una contribución poderosa a la nueva democracia", y elogió las contribuciones de Japón para poner fin al sufrimiento causado por las enfermedades y el hambre en todo el mundo, al decir que el primer ministro comprende que "con el poderío económico, se crean graves responsabilidades en el mundo".
Koizumi indicó que las fuerzas, una vez cumplida su misión, serán retiradas, pero "mediante la cooperación con varios países concernidos y mediante la cooperación con las Naciones Unidas, Japón continuará brindando apoyo y ayuda a los iraquíes para que vuelvan a ponerse en pie".