Nadie puede negar que a lo interno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la candidatura de Miguel Vargas Maldonado es una especie de plesbicito.
Hace tiempo, en comunicación con miembros de la base del partido blanco, supe admitir que es muy difícil, para no decir que imposible que las bases voten por otra candidatura.
Es más ni siquiera Hipólito Mejia, que otrora tenia todo el control del Partido puede en estos momentos cumplir su amenaza de frenar cualquier candidatura, partiendo de la obnuvilación de que hace ostensible, y que solamente viene a dar la razón a quienes han dicho que el ex-mandata tario anda en las nubes en cuanto a su realidad a lo interno y a lo externo del partido.
Lo mismo se puede decir de otras candidaturas que lamentablemente se dejaron arrastrar por la pendiente en que resbaló Mejía, y que aunque hubieran conseguido sus propósitos de conven-cionar en Abirl del año que viene, no podrian levantar sus grupos a lo interno del partido.
Algo que tiene que tener en cuenta Vargas Maldonado es que van a querer suspender la con-vención, y que será un pleito largo y angustioso.
Y otra cosa, que ya le hemos dicho en otras ocasiones, si Vargas Maldonado no sale de algunos de los que le acompañaron en su paso por la Secretaria de Obras Públicas, puede tener la seguridad de que va a confrontar problemas, porque definitivamente son gentes rechazadas, por las bases y por un nutrido grupo de la prensa que cuando los vió llegar al encuentro realizado en un restaurante de la Feria Ganadera porco faltó para que le fueran encima.
Cierto es que Vargas Maldonado camina solo, pero no es menos cierto que tiene que ir busca-ndo la forma de ser más asesible, menos encumbrado, porque las bases, y los que no son las ba-ses lo perciben aislado, medio timido, poco abierto, y hasta en ciertos momentos anti-político, y quizás sea porque le falta fogeo, o porque no ha aprendido las mañas de sus compañeros de par-tido que se creen que pueden seguir siendo una cosa en la oposición y otra en el gobierno.
Pero algo es claro, la candidatura de Vargas Maldonado tiene no solamente todas las de ganar, sino la de convertirse en un plesbicito a lo interno del PRD.
De él y del trabajo depende lo más importante que es llegar a Mayo del 2008 tan fresco y no-vedoso para el electorado nacional, como lo es ahora para las bases del PRD.