Una investigación realizada en los meses de abril a junio del año 2006 por estudiantes universitarios, reveló que un 80% de los edificios que alojan las universidades, escuelas y oficinas públicas no ofrecen condiciones adecuadas para desarrollar con calidad el proceso de enseñanza-aprendizaje y garantizarle la salud a los recursos humanos.
Los peligros ocupacionales detectados: escasez de agua para el consumo humano, sistema sanitario clausurado o en condiciones calamitosas, falta de mantenimiento en los aires acondicionados y redes eléctricas, alfombras, pisos sucios, mala ventilación e iluminación, calor, mosquitos, falta de extinguidores, escaleras y depósitos de agua para emergencia. Pantallas de los computadores sin la debida protección para evitar las radiaciones electromagnéticas que pueden afectar la salud de los empleados, diseño inadecuado de los mobiliarios y mala distribución del espacio físico.
Los especialistas en salud ocupacional estiman que las enfermedades que se producen en los llamados edificios enfermos o cancerosos son: rinitis, fatiga y malestar general y que los médicos la llaman virus. Asimismo estrés, dolores de cabeza, espalda y la columna vertebral. Esta grave situación que afecta la salud de los estudiantes, profesores y empleados, provoca incremento en las tardanzas, ausentismo, traslado, baja productividad, uso frecuente de los deficientes servicios de salud pública, licencias médicas, baja calidad de la docencia y de los servicios.
Se debe en gran medida a que un número considerable de los funcionarios de instituciones públicas, privadas y de las universidades, entre otros, conceden más importancia a las ganancias y a los nombramientos políticos de familiares, dirigentes y compañeros, que a las condiciones de trabajo de los talentos humanos. Por tales consideraciones, sugerimos a los señores rectores de las universidades, gerentes, maestros y a los funcionarios públicos, tomar en consideración los aspectos negativos señalados e integrar a sus respectivas organizaciones el departamento o unidad de seguridad y salud ocupacional para prevenir las enfermedades ocupacionales descritas y recobrar la imagen perdida. He aquí una tarea del Relacionista Público.