VALENCIA (España).- El arzobispo de aquí pidió a los familiares de las víctimas del accidente del metro que cuenten con el "apoyo y amor" de familias "de todo el mundo" y les transmitió la cercanía del Papa que les "recuerda y reza" por ellos. Monseñor Agustín García-Gasco ofició la tarde de este martes la misa funeral en la Catedral de Valencia, para rememorar a los 41 fallecidos en el descarrilamiento de metro ocurrido ayer en esta ciudad.
El acto religioso fue presidido que por los Reyes, con la presencia de numerosas autoridades, entre ellas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Durante la homilía, el arzobispo de Valencia pidió a los familiares que no se queden "solos en su dolor" y que "abran sus corazones" a todos aquellos que quieren ayudarles, ya que "el futuro de felicidad no es un sueño".
Reconoció que en estos momentos "los sentimientos son tan intensos que las palabras parecen insuficientes para difundir un mensaje de esperanza", si bien "reconocer el sufrimiento" es reconocer la "capacidad de amor".
Por ello, instó a los familiares a que no se quedan "solos en su dolor" y les animó a que abran sus corazones "a todos aquellos que quieran estar cerca" de ellos y que deseen consolarles, porque "lo que ahora aparece como dolor y muerte, un día será transfigurado por un misterio de alegría y vida".
"Aunque en estos momentos a todos nos cueste tener algo más que lágrimas en los ojos, la muerte y resurrección de Jesucristo nos anuncia y nos confirma que el futuro de felicidad no es un sueño", afirmó.
El arzobispo de Valencia se preguntó "cómo pudo Dios tolerar este excesos de destrucción", y admitió que "humanamente, lo único que se puede decir es que la vida es frágil"; así como que la muerte es un "misterio" ante el cual "sucumbe la razón".
Así, instó a las familias a adoptar "una nueva actitud" ante la vida, y a contemplar esta tragedia con "un nuevo corazón y una nueva mirada", ya que "la resurrección de Cristo cambia totalmente la perspectiva de la historia: la muerte da paso a la vida, una vida que no muere ya".
"No estáis solos. Os acompañan familias del mundo entero. El Encuentro Mundial de las Familias os tienen muy presentes, porque las familias sufren y aman", afirmó García-Gasco.
"Os transmito la cercanía del Papa, que os recuerda y reza por vosotros", señaló el arzobispo, quien mostró su condolencia y apoyo a los familiares, porque "todos esta tarde nos sentimos abandonados, tristes y angustiados".