SANTIAGO.- Aunque han pasado 24 años desde que se produjo la desaparición física de Don Antonio Guzmán, para su esposa, Doña Renée Klang de Guzmán, cada cuatro de julio lo recuerda como el primer día. Así lo dio a conocer la ex primera dama de la República, al conversar con los periodistas minutos después de concluir la misa que, en memoria del ex presidente Guzmán, fue oficiada en la tarde de este martes en la Iglesia “Nuestra Señora de la Altagracia”, de esta ciudad.
Como es una tradición, al local religioso se presentaron centenares de personas de distintos puntos del país pero, de manera especial, aquellos que tuvieron ligados a don Antonio, tanto como funcionarios del gobierno que encabezó, en el cuatrienio 1978-82, como a nivel personal.
“Hoy más que nunca lo recuerdo, porque fue una persona buena, dedicada a su familia y a su país”, agregó doña Renée, al evocar el nombre y la figura de su difunto esposo.
Consideró que es penoso que una persona de la calidad humana de Don Antonio Guzmán desapareciera físicamente a destiempo “y creo que todos los dominicanos hemos sentido su partida, porque fue un buen presidente”.
En todo el trayecto de la eucaristía, la ex primera dama estuvo acompañada de su hija, Sonia Guzmán de Hernández y su esposo, José María Hernández, así como de Liliam Guzmán de Casanova, la hija mayor del ex presidente.
La representación del Partido Revolucionario Dominicano fue encabezada por Orlando Jorge Mera, secretario general de esa organización política quien, al final de la misa, destacó las dotes humanas y de estadista que demostró Don Antonio Guzmán.
La homilía fue encabezada por el padre Tobías Cruz, asistido por el sacerdote Arturo Pichardo Díaz y el diácono Ramón Pérez.