Importantes dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano han expresado su desacuerdo con la medida que prohíbe hacer públicos los problemas internos, señalando que se trata de un intento por amordazar las críticas contra la dirección del partido. "¡No a la censura!". Gritan. Y lo hacen desde la redacción de un periódico, desde la cabina de una emisora o desde el estudio de un canal de televisión. Usualmente ese programa es conducido por un enemigo declarado del PRD.
Una parte de los que se oponen a la "censura" hace meses, incluso años, que no acuden a las reuniones de sus organismos, que no participan en la elaboración de las políticas. Pero son los primeros en salir a criticar.
El PRD tiene muchos "dirigentes" de periódicos, de programas de radio y televisión. Ahí parecen estar sus organismos, ahí encuentran eco, ahí es donde le hacen daño al PRD hablando tonterías, pontificando y descalificando a los que trabajan diariamente, a los que se la juegan, a los que -bien o mal- quieren que su partido vuelva al poder. Esos "dirigentes" inorgánicos, de saco y corbata, de hablar perfumado, que no representan a nadie, son voceros de sí mismos. Algunos tienen un espacio social, pero perdieron el espacio que una vez tuvieron en el partido. Hablan a nombre del PRD, pero no representan a nadie dentro del PRD. Hace años no visitan un barrio pobre, ni un campo. No saben el nombre ni la dirección de ningún compañero del partido, pero saben donde quedan las emisoras de radio, los canales de televisión y los periódicos. Y en esos medios saben dónde exactamente están ubicados los enemigos del PRD. Y son ellos los que van precisamente a los medios de comunicación a oponerse a la "censura".
¿Con qué calidad política, con qué fuerza moral, si esa oposición a la "censura" no se hace internamente, sino desde los medios de comunicación para continuar haciéndole daño al PRD? ¿Con qué calidad, si muchos de los que hacen la protesta, en los hechos no forman parte del PRD porque no asisten a las reuniones de sus organismos, porque violan los estatutos y no hacen suyas las políticas acordada por la dirección?
El PRD no pretende censurar a nadie, como se ha dicho. Lo único que busca es disciplinar la organización, evitar la anarquía y el desorden que ha caracterizado a ese partido en los últimos años aunque haya que expulsar al más grande y encumbrado de sus dirigentes.
El PRD no puede continuar siendo una torre de Babel, donde nadie sabe qué dice nadie, nadie escucha a nadie y cada quien dice lo que quiera sin importar si hace mal o hace bien. No es posible que todos los dirigentes del PRD se crean "voceros". Y hablen como si lo fueran. Así no puede ser. El partido designa sus voceros, a saber, el presidente, el secretario general o cualquier otro que escoja la dirección. Pero en ningún caso nadie, absolutamente nadie, puede contravenir las orientaciones ni las decisiones que adopte la mayoría de manera pública.
Las luchas internas son internas. No tienen que llegar hasta los medios de comunicación, a menos que se produzca una ruptura, a menos que las contradicciones sean insalvables, en cuyo caso se preparan las maletas para el viaje a otro lado, hacia otro partido. Una regla elemental de la democracia es que la minoría tiene que acogerse a lo que decida la mayoría. Y si usted no quiere aceptar esa regla, no milite en ningún partido, quédese en su casa, donde podrá imponer siempre sus decisiones. Claro, siempre que la mujer o el marido no tengan personalidad ni carácter y estén dispuestos a ser como marionetas.
El PRD no puede continuar siendo una federación de grupos donde cada jefe de tendencia hace y dice lo que más le convenga. El PRD se disciplina o desaparece. El PRD abandona el grupísmo o no será opción de poder jamás. El que no esté dispuesto a aceptar las reglas, el que no quiera respetar los estatutos, el que no esté dispuesto a disciplinarse, que forme otro partido. El PRD no puede seguir siendo "manicomio".
¿Usted quiere hablar de los problemas internos de su partido? ¡Hable en su organismo!
El PRD tiene mucha gente con capacidad y con calidad para hablar. ¡Y pueden hacerlo!
Nadie puede impedir que doña Milagros Ortiz Bosch -para citar un caso- hable. Ella es una figura nacional, una mujer excepcional que ha ocupado importantes cargos dentro del Estado y dentro del PRD. Es una educadora natural. Ella puede hablar. Tiene calidad para hacerlo. Lo mismo sucede con otras figuras. Nadie quiere impedirles que hablen. Por el contrario, que lo hagan. Ahora bien, cuando se trate de los asuntos internos, de los problemas internos, que lo hagan internamente, que lo traten dentro de su organismo y de esa forman contribuirán a la unidad y al fortalecimiento del PRD, a su unidad, con lo cual estarán haciendo grandes contribuciones a democracia interna.
De esa manera el PRD volverá a convertirse en una poderosa maquinaria político-electoral con capacidad para retomar el poder más temprano que tarde. El partido está primero que un candidato, que un dirigente y que un grupo. Sólo el partido salva al partido. Un candidato, sin partido, no irá a ningún lado. El partido hace al candidato y lo puede llevar al poder. No a la inversa. ¿Se entiende?