SANTO DOMINGO.-Plutarco Ernesto González, había saldado la deuda con Milton Peláez el lunes en la tarde, por lo que la visita a la casa donde murió baleado el artista no estuvo relacionada específicamente con la deuda, sino con unos certificados financieros y otras circunstancias no explicada por el abogado Carlos Balcácer. Balcácer, en declaraciones en el Gobierno de la Mañana, confirmó lo de la deuda de 450 mil pesos y también confirmó que Peláez luchaba afanosamente por cobrar el dinero, como ha informado Diario DigitalRD.Com.
Entrevistado en el Gobierno de la mañana este martes, Balcácer narró las circunstancias en que murió el artista este martes en la mañana.
Dijo que Plutarco González ha tejido una fantástica leyenda atribuyendo el factor accidental la causa del deceso de Peláez. La leyenda, agregó, es propia de los homicidas y que en ella Plutarco coloca como condición primera de que trasladó a Milton al centro médico Gómez Patiño y en segundo lugar, que entre los dos había una profunda amistad.
El abogado Balcácer dijo que para robustecer la leyenda alega que trasladó a Peláez al centro médico y desmintió que ambos tenían al momento una abigarrada relaciones amistosas, “porque ésta se deterioró a un punto tal de que el artista lo llevó a un dealer a fin de que un prestamos de 1 millón 450 que le adeudaba se lo pagara.
“Milton lo lleva a él, contra su voluntad prácticamente, donde ese dealer a los fines de que ese le recibiera una jepetta Toyota Prado año 2003, a cambio de que le entregaran la suma indicada”.
Agregó que el referido dealer se negó a hacer la negociación porque ese no era su negocio y de ahí fueron donde César de los Santos, César Motor, quien el pasado viernes, acordó hacer la negociación y hacer el cheque a Peláez por los 450 mil pesos.
“Pero el lunes, cuando Milton llama a César, el lunes en la mañana, le dice que no tenía el cheque porque el individuo no había ido alla a firmar la documentación para la transación. Milton entonces le exige su dinero a este señor y él ciertamente se lo paga en la tarde”, expresa.
GRACIELA, LA OTRA VERTIENTE
Un detalle aportado, entonces es el papel de la señora Graciela, esposa de Plutarco, que ese lunes entraba de unas vacaciones que había tomado en el Banco del Progreso de la sucursal Churchill. Mientras ella estaba ausente, el departamento de auditoría la arqueaba, dijo.
“Esa señora era la que guardaba los certificados financieros de Milton Peláez, que estaban uno a nombre de sus hijas y otro a nombre de él. Ella lo guardaba en una caja fuerte a su discreción dadas las relaciones amistosas entre Milton y la señora y las pasadas relaciones amistosas entre Milton y Plutarco”, expresó.
Dijo que el artista se enteró que Graciela presentó renuncia del Banco del Progreso sin causa aparente alguna, entonces va donde ella el martes en la mañana, que fue cuando ocurrió el lamentable acontecimiento.
Cuando llega donde ella, narra el abogado, Peláez se comunicó con su hija Mery y le dice que se mantuviera atenta porque la iba a llamar más tarde para que le retirara los certificados del Banco del Progreso que tenía Graciela.
Dijo que Mery le pregunta a su papá que si era verdad que ella presentó renuncia y Peláez le había respondido que de eso hablarían personalmente. “Obviamente, porque Milton la tenía al lado de él”, añade.
Narra el abogado que cuando se da esa conversación a las diez y media de la mañana esa misma muchacha recibe la noticia de que ha tenido problema de salud, para no informarle directamente de lo acontecido.
Balcácer dijo que la investigación tiene dos vertientes, que se relaciona con el dinero que tenía la señora en certificados financieros, que derivó en una agria discusión entre él, Graciela, Plutarco y un hijastro de éste.
Agregó que la visita de Milton obedeció a una situación de la que dijo no podía hacer mención de ese aspecto “porque está ligado íntimamente a la investigación estructural”.
La visita de Milton temprano ahí no es accidental, aunque si estuvo impulsada por tratar de aclarar los certificados financieros con la señora Graciela. “Habían otras vertientes enraizadas a lo del dinero que no necesariamente estaba relacionado con el dinero, pero confluyeron en una discusión donde Plutarco le dispara a Milton”.
Dijo que el tema de los perros que ladraron ocurrió a las 9:30 de la mañana, no a las 10:30 como se ha dicho. Revela que la hija menor de Peláez lo llamó a esa hora y le recordó que tenía que ir al médico, y en ese momento lo nota preocupado y le dijo que tenía muchos problemas, y en ese momento lo escucha pedir que le quitaran los perros de encima.
Agregó que cuando llegó a esa hora de la mañana a la casa de Plutarco, hizo una llamada “muy determinante y enigmática a otra persona que está ligada a ese trío de individuos que es Graciela, el homicida y el hijo de él, de apellido Fersobe, “eso ya está en el corazón de la investigación”.
“Ustedes por favor me van a excusar que yo no puedo revelar detalles sobre esos aspecto”, dijo Balcácer quien reveló que Plutarco fue Policía y que su padre se suicidó en el propio Palacio de la Policia en la gestión de Neit Nivar Seijas, avergonzado por las andanzas de su hijo.