WASHINGTON.-El presidente George Bush declaró este miércoles que mantiene "firme" su apoyo a una reforma migratoria, pero rehusó confirmar si prefería primero una ley de seguridad fronteriza. De acuerdo con versiones no confirmadas, Bush estaría cambiando de posición al preferir primero una ley de seguridad fronteriza y luego otra para los indocumentados.
Su portavoz Tony Snow, sin embargo, prácticamente confirmó ese cambio afirmando más tarde que aún cuando el presidente "no va a ponerse ahora mismo en posición de apoyar éste u otro proyecto… si alguien presenta propuestas que van a destrabar el proceso van a ser bien recibidas".
"Me mantengo firme en una amplia política de inmigración que dé seguridad a la frontera", dijo Bush hablando en una cafetería de Alexandria, un suburbio del área metropolitana de Washington en el estado de Virginia. "Y lo estamos logrando al expandir el número de agentes y usar nuevas tecnologías".
En el debate sobre inmigración, esa ha sido tradicionalmente la posición de Bush, junto a un programa de trabajadores temporales por un periodo de tres años renovables.
Pero, ante las posiciones por ahora irreconciliables del Senado y la Cámara de Representantes, Bush estaría tratando de apoyar primero el proyecto sobre seguridad de la cámara baja y luego el del Senado sobre el trato a los indocumentados, informó el miércoles el diario The New York Times.
El senador de oposición Edward Kennedy, uno de los promotores del proyecto aprobado por el Senado que tiende un puente a parte para que los indocumentados adquieran la residencia legal, dijo que "un proyecto meramente policial no resolverá el problema" de unos 12 millones de personas y el permanente cruce ilegal por la frontera particularmente mexicana.
"Tiene que ser una ley amplia que cubra todas las áreas", dijo Kennedy a reporteros en una teleconferencia desde Filadelfia, Pensilvania, donde participó en una audiencia del Comité Jurídico del Senado, una de varias sobre inmigración realizadas en la jornada debido a que las dos cámaras legislativas no pueden ponerse de acuerdo.
Snow, el portavoz de la Casa Blanca, afirmó que Bush visitó el establecimiento comercial Dunkin' Donuts del centro comercial Potomac Mills no para confirmar o negar su cambio de estrategia política sino para saber cómo estaba funcionando un programa piloto para la comprobación de identidad de los extranjeros que buscan trabajo.
Bush hizo notar a los reporteros que los dueños de esa cafetería eran iraníes, que el gerente distrital que trabajaba para ellos era guatemalteco y el administrador del establecimiento salvadoreño.
"Estas personas me recuerdan que uno de los grandes dones de nuestro país es que la gente es capaz de venir acá y realizar sus sueños", dijo Bush hablando en el lugar. "Uno de los problemas que tenemos debido a que nuestra economía es fuerte es que los pequeños negocios tienen dificultades para encontrar trabajadores. La gente viene acá a trabajar".
Cuando un periodista empezó a formularle una pregunta, Bush se desentendió y pidió más bien un café. El vendedor no quiso cobrarle, pero el presidente insistió y pagó antes de partir de regreso a la Casa Blanca.