SANTO DOMINGO.-El Superintendente de Bancos, Licenciado Rafael Camilo, expresó que para completar el proceso de reforma del sistema financiero se necesita la aprobación antes de diciembre de este año de la nueva Ley Monetaria y Financiera. Rafael Camilo afirma que para completar el proceso de reforma del sector financiero es necesario aprobar la nueva Ley Monetaria y Financiera
El proyecto, dijo, lo tiene en sus manos el Congreso Nacional. Agregó que también deben de sancionarse los reglamentos de Límites a la Concentración de Préstamos a un Deudor, el Control de Riegos Operacionales de los Bancos y la transformación de la Superintendencia para ponerla acorde a los estándares internacionales.
Al mismo tiempo manifestó que la Supervisión Consolidada se pondrá en práctica a partir de este mes de julio, donde los bancos están obligados a reportar sus operaciones y de las diferentes entidades vinculadas en los estados financieros que deben presentar mensualmente y al final de cada año.
El Licenciado Camilo sostuvo, al comparecer al Telematutino 11, del canal Telesitema, que no deben quedar impunes los delitos relacionados con la quiebra bancaria del 2003, al tiempo de indicar que la aplicación efectiva de las diferentes normas en la presente administración ha permitido que no se detecten situaciones irregulares en los experticios realizados recientemente por el Departamento de Inspección de la Superintendencia de Bancos.
Por otro lado, el funcionario indicó que la estabilidad macroeconómica se mantendría si el Gobierno aplica una política de transferencia de los precios internacionales del petróleo al mercado dominicano, una política de gasto público austera y la aplicación de una política monetaria que garantice una tasa de cambio estable.
El Licenciado Camilo expresó que a pesar de que el país ha tenido niveles de crecimiento del orden de 9.3% en el año 2005, de un 12% en el primer trimestre del 2006 y con una proyección del orden de 8% para todo el 2006, considera que es necesaria una mayor inversión social en la educación y la salud, para que el crecimiento del producto interno bruto se traduzca en una verdadera fuente de desarrollo social.