SANTO DOMINGO.-La señora Graciela González, esposa de Plutarco Ernesto González, y una amiga de años de Milton Peláez, ha jurado en el Gobierno de la Mañana que fue un accidente la causa de la muerte del artista.
La estrecha amistad de Peláez con la familia fue corroborada en la mañana de este jueves por Eligio Jáquez, cuyo hijo está casado con una hija de Plutarco, aunque no hizo juicio sobre la causa de la muerte del artista.
Milton Peláez, quien sobresalió en diversas facetas del arte, murió el martes en la mañana en un confuso incidente, que inicialmente se dijo fue un accidente y luego la Policía, en su informe, dijo que se trató de un hecho intencional.
Al caso que se sigue ventilando e investigando se agregó este jueves el anuncio de los abogados de la familia Peláez, de que en las próximas horas someterán a Graciela y al hijo de esta Eddy Castro.
La señora González, se desempeñó como gerente de la sucursal del Banco del Progreso en la avenida Winston Churchill. Esta mañana ella dio su versión sobre el hecho en el programa el Gobierno de la Mañana que se difunde por la emisora La Z 101.
Según su testimonio Peláez no era una persona para que alguien atentara contra su vida y dijo que en su casa el artista era una persona muy querida y muy apreciada
Agrego que tiene una doble pena por que ha perdido a un buen amigo: “Ahora me involucran. Tengo hijos con su vida, con sus trabajos. Tengo un hijo chiquito de 17 años sometido a una presión inmensa. Eso es totalmente nuevo para nosotros”.
Explicando a los comentaristas del espacio dijo que ella llamó para hablar con María Elvira (hija de Milton) para que sepan “que yo tengo mucho dolor. No fui a la funeraria porque no sabía que reacción podía haber del otro lado, creí que era contraproducente”.
“Yo necesito hablar por lo menos con los que yo me trataba. No soy una asesina, ni Ernesto es un asesino y en mi casa no se mataba ni una cucaracha”, declaró Graciela como mensaje a la familia del fenecido humorista.
Según ella ninguna de las personas presentes en la casa observó el momento en que se produjo el disparo. Cuando sonó el disparo su marido gritó y ella corrió pensó que había sido a Ernesto, “pensé que el disparo se le había pegado a Ernesto”.
Graciela dijo que la pistola estaba cebada en precaución por el alto número de robos que, según ella, se han producido en la zona donde vive en Gazcue.
“Cuando Ernesto sale con la pistola es porque se van. La pistola duerme todo el tiempo en las mismas condiciones que él la agarró para irse. En mi casa se han entrado los ladrones dos veces. Dos veces atracaron a Ernesto (su hijo) en la puerta de la casa entrando. Una vez mi hijo Samuel doblando lo encañonaron” dijo.
La deuda
La esposa de González Cedeño, enviado a prisión por la muerte de Peláez, sostuvo que su marido había saldado el préstamo que le hizo Peláez. Admitió que, ciertamente, su marido y Milton Peláez llegaron a un acuerdo para saldar la deuda a través de César Motors con una jeepeta como garantía pero adujo que el proceso se realizó en términos amigables:
“Milton no exigía que le dieran el dinero porque Milton tenía la matríicula del vehículo. Ernesto le dijo vamos a hacer el financiamiento para yo pagarte el dinero. Creo que en Cesar Motors. La transacción no se llevó a cabo porque no llegó el endoso del seguro. El lunes Ernesto fue a la casa de Milton y le llevó el dinero y se lo pagó delante de Alberto, su hijo”, explicó. Dijo que en la audiencia de éste miércoles el abogado de la familia Peláez “tuvo que admitir” que la citada deuda ya no existía.
Cuestionada por los conductores del programa El Gobierno de la Mañana sobre la forma en que su marido se agenció el dinero para saldar la deuda Graciela explicó que éste recibió un adelanto por el trabajo que realizaría a unos inversionistas extranjeros que construyen un hotel y un casino en la zona oriental. Los inversionistas, aseguró ella, enviaron una carta a la Policía donde testifican la entrega de dichos recursos.
Tambien se refirió a la deuda entre ambos y a los certificados que poseía Peláez en el Banco del Progreso. Explicó que esos certificados eran manejados por la esposa de González Cedeño en su condición de gerente de la sucursal del Banco del Progreso.
La esposa de González tenía cuatro años manejándole sus certificados a Peláez y que uno de los elementos para su cancelación en el banco fue el otorgarle dinero a éste pese a que la titular de los certificados, su hija María Elvira Peláez, no firmaba los retiros. No Ella dice no recordar si le comentó a Peláez esa situación y aseguró que éste se mostró tan solidario por su despido que le prometió iniciar algún tipo de negocios juntos.