LICEY AL MEDIO (Santiago).- Puede ser que al dar a luz a tres criaturas Liliana Rodríguez, que apenas cuenta con 20 años de edad, pasara a convertirse en una de las madres más jóvenes del país que tiene un parto de trillizos. Su esposo, César Augusto Santos, cuya edad no sobrepasa los 18 años, es un desempleado que se dedica al chiripeo para sobrevivir, al igual que otros muchos dominicanos.
Esta pareja es de extracción completamente humilde por lo que, con la llegada de Lisbet María, Lisset María y Lislibet María, también llegaron a su hogar las preocupaciones y los dolores de cabeza.
Las tres consumen diariamente una caja de leche Similac Especial y una gran cantidad de pañales desechables, lo que es el reto principal para la joven pareja, ya que ambos son de limitados recursos, lo mismo que sus parientes.
La joven madre no se enteró de que el parto que tendría sería trillizo hasta que dio a luz por cesárea en el hospital José Maria Cabral y Báez, hace ya algunos días.
Liliana se había hecho dos sonografías pero ninguna dictaminó que llevaba tres criaturas en su vientre, sino dos. “Parece que había una niña escondida”, dice con su carita de inocencia esta joven madre, por demás primeriza.
Cuando los médicos y enfermeras le comunicaron que había alumbrado a tres niñas, Rodríguez dice que se quedó sin habla. “Me quedé completamente muda, pues no podía articular palabras”, asegura.
Liliana ha podido rebasar su estado de salud, después de alumbrar a sus tres niñas. Sin embargo, después de la cesárea tuvieron que volverla a operar, por lo que debió permanecer casi un mes bajo atención médica. Solo en Cuidados Intensivos, del hospital, estuvo recluida durante nueve días.
Ahora la pareja “araña” para poder mantener a las tres niñas, que se encuentran junto a su madre y que se desarrollan sin mayores dificultades, en lo que respecta a la salud.
Hasta ahora, la familia Santos Rodríguez ha recibido poca o ninguna ayuda, excepto de unos cuantos pañales desechables que le regalaron cuando nacieron las tres bebes.
Liliana atiende a las niñas permanentemente, a pesar de su corta edad y su inexperiencia, aunque en esas labores recibe la ayuda de la abuela de las criaturas Maria Ramona Alonzo, su hermana y otros familiares cercanos.
Rosalba Marte es la madre de César Augusto, el padre de las trillizas. Ella lanza un SOS a las autoridades de Salud Pública o a cualquier otra institución caritativa, para que acuda en auxilio de la joven pareja porque la situación por la que atraviesan es difícil en extremo.
“Imagínese, si es duro uno, qué serán tres”, dice Rosalba, al tiempo de insistir sobre su pedido de ayuda para que estas tres criaturas inocentes puedan desarrollarse fuertes y sanas, sin mayores complicaciones ni contratiempos.