La homosexualidad se origina en el vientre materno y afecta especialmente a los hijos que tienen hermanos mayores, ya que como consecuencia de embarazos anteriores, el útero de la madre desarrolla anticuerpos contra las proteínas masculinas que afectan al embarazo de un nuevo varón.
Son los resultados de un estudio realizado en Canadá, que comprobó la estrecha relación entre la homosexualidad y las familias de hermanos varones y que establece los factores biológicos como causa determinante de la homosexualidad, por encima de las influencias ambientales.
La orientación homosexual de un hombre está determinada más por las condiciones químicas del vientre de su madre durante su formación fetal que por factores ambientales, según un estudio realizado por el psicólogo Anthony Bogaert, de la Brock University de Canadá, que publica Proceedings of the National Academy of Sciences.
Estas condiciones químicas del vientre materno están marcadas por el número de hermanos mayores engendrados previamente por la madre, que predisponen el vientre materno para que desarrolle mayor cantidad de anticuerpos contra las proteínas específicamente masculinas. Cuando se forma un nuevo feto varón, esta reacción contra las proteinas masculinas condiciona su desarrollo, propiciando la aparición de la homosexualidad, según este estudio.
De confirmarse, esta teoría podría ser la explicación química al proceso de diferenciación en las tendencias sexuales de los hombres, aunque aún no se ha determinado una razón definitiva. Investigaciones anteriores ya habían demostrado que existe una relación entre el número de hermanos mayores y las probabilidades de que un hijo varón sea homosexual, pero Bogaert va más lejos al afirmar que los factores biológicos tienen más peso en la determinación de la homosexualidad o de la heterosexualidad que los factores sociales.
Investigación de casi 1.000 hombres
El investigador analizó los casos de 944 hombres homosexuales y heterosexuales criados por sus familias biológicas o adoptivas. Los abortos o falsos embarazos en los que el sexo del feto no ha sido inventariado, han quedado al margen de la investigación, pero Bogaert sugiere que sería interesante averiguar si estos episodios guardan una relación con la homosexualidad.
La muestra de población masculina que ha sido objeto de la investigación forma parte de la región donde se encuentra la Universidad Brock, así como de grandes ciudades como Toronto, Montreal o Vancouver. El lesbianismo no ha sido objeto de estudio.
Analizando los datos de este estudio, Bogaert descubrió que la relación entre el número de hermanos mayores y la homosexualidad existe en una proporción mayor en el caso de los hijos que tienen la misma madre. De esa proporción, Bogaert deduce que la orientación sexual masculina tiene un origen prenatal, y que la memoria biológica de la madre es una causa determinante porque existe sólo cuando todos son hijos de una misma madre.
Según Bogaert, sólo los hermanos mayores biológicos pueden ocasionar esta tendencia, puesto que se origina en el vientre materno condicionado por embarazos anteriores de hijos varones. Los resultados de la investigación señalan que la más consistente influencia biodemográfica en la orientación sexual de los hombres es el número de hermanos varones mayores que éstos tengan.
Según los resultados de este estudio, la influencia sobre la tendencia homosexual aumenta cuando la madre ha tenido previamente tres o cuatro hermanos varones de mayor edad. La tasa de homosexualidad entre los varones es de alrededor del 3%, pero puede aumentar al 5% en las familias con hermanos mayores. Esto significa que el 95 restante de los hermanos menores son heterosexuales, explica.
HIJO DE LA MISMA MADRE
El estudio deja de manifiesto que la homosexualidad sólo se incrementa cuando todos son hijos de una misma madre, ya que los varones criados con hermanastros varones de más edad o hermanos adoptivos, no registran un aumento de la homosexualidad.
Esta constatación supone para el autor del estudio la evidencia que el ambiente en el que se cría un hombre no tiene tanta importancia como el hecho de tener hermanos mayores varones que han compartido el vientre de una misma madre.
Y, aunque el mecanismo químico que subyace a esta capacidad de la madre para dar a luz a hijos con tendencias homosexuales aún se desconoce, Bogaert asegura que las condiciones prenatales son determinantes.
Para explicar la homosexualidad se han elaborado toda una serie de hípótesis que van desde su consideración de enfermedad mental hasta apreciarla como resultado de la sicología de los padres. Aunque de momento no hay una explicación definitiva, la aportación de Bogaert abre nuevos caminos de exploración científica.
Publicado en la Revista Tendencias Cientificas