Si ardua es la tarea del Presidente de la República en sus constantes busquedas de incertar el país en los nuevos tiempos, ardua es la del Canciller de la República.
Quizás nunca antes dos hombres en posiciones distintas, uno de jefe de la diplomácia dominicana, y el otro el ejecutor, habian hecho tan buenas migas.
Pero muchos creen que los viajes del Presidente o del Canciller son periplos de diver-sión, cuando es todo lo contrario.
Morales Troncoso cuenta con una pléyade de jóvenes, capacitados y dispuestos a dar el todo por el todo, no solamente por su persona, sino por su país.
Y esos viajes son agotadores, porque no bien dejan un avión cuando tienen que salir del país para darle seguimiento a importantes acuerdos ya firmados, o nuevo que deben entrar en vigencia.
Uno de esos jóvenes es su Embajador asistente Luis Bogaert. un joven preparado que tiene bajo sus cansados hombros, por el mucho trabajo, la doble finalidad de ser una especie de apararrayos cuando alguien no quiere marcharle de frente a un hombre de las condiciones del Caniller de la República.
Cientos son las personas que dia a dia recibe Bogaert, y sientos los problemas que tiene en el dario trabajar que resolver, y lo mismo se puede decir que Rosangela Valle, o de Miguel, y muchos otros funcionarios que pueden sortear con éxito una labor sin des canzo precisamente porque el Canciller tiene gente jóvenes a su lado.
Y además tienen que tener muy abiertos los ojos, no solamente por lo delicada que es la Cancilleria, objeto de muchas y pelogrosas zancadillas, sino que algunos de los que trabajan ahí no responden a Morales Troncoso, y más de una persona boicotea abierta-mente los trabajos realizados dentro y fuera del país en un denodado esfuerzo no sola-mente por dañar sino por buscar por todos los medios de poner en lugar de Morales a más de un aspirante al cargo.
Es claro que el Presidente de la República conoce lo que tiene de Canciller, ve y apla-ude los esfuerzos del incumbente y su equipo, y nadie puede meterle gato por liebre, ni chismes baratos en contra de quien realiza una labor mancomunada con el jefe de la diplomacia dominicana.