LA HABANA, (IPS) – Mientras Estados Unidos endurece aún más sus sanciones contra Cuba, en un gesto catalogado por el gobierno de Fidel Castro de "declaración de guerra", una nueva caravana de la fundación interreligiosa Pastores por la Paz llegó a la capital de esta isla con unas 100 toneladas de ayuda humanitaria.
Tras recorrer 124 comunidades de Canadá y Estados Unidos promoviendo el cese del bloqueo impuesto hace cuatro décadas por Washington a Cuba, más de 90 "caravanistas" atravesaron la frontera terrestre con México el jueves pasado y llegaron a La Habana el sábado, sin solicitar los permisos establecidos por el gobierno de George W. Bush para viajar a la isla caribeña.
La caravana número 17 pasó la frontera que separa Estados Unidos de México y, contrario a lo ocurrido en varias ocasiones desde la primera realizada en 1992, no hubo ni detenciones ni confiscaciones, afirmó en La Habana el reverendo Lucius Walker, director de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria Pastores por la Paz.
"Llegan en un momento profundamente significativo", cuando el presidente Bush aprobó este mismo lunes un nuevo plan que, entre otras cosas, "persigue apoyar a un grupo de personas que quieren otra Cuba distinta", dijo a IPS el pastor bautista Raúl Suárez, director del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.
Con una labor pastoral de más de 60 años, fundador de una de las entidades ecuménicas más activas en el contexto cubano y diputado al parlamento de la isla en representación de su sector social, Suárez asegura que el nuevo informe de Washington no tiene "ni pizca de respeto por la ética cristiana".
El informe de la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre, presentado este lunes como complemento al plan para una transición en la isla aprobado por Bush en 2004, solicita la creación de un fondo de 80 millones de dólares para apoyar a la sociedad civil, en los próximos dos años.
Ese primer aporte, destinado exclusivamente a aquellas organizaciones opuestas al gobierno de Fidel Castro, debe complementarse con no menos de 20 millones de dólares anuales hasta la "caída" del actual régimen cubano.
El texto propone rastrear el destino de exportaciones cubanas, prohibir el envío de remesas por terceros países, limitar los viajes de sectores religiosos y revisar las reglas de ventas de equipos médicos estadounidenses a Cuba para que no sean utilizados en los programas de asistencia de salud de este país en el exterior.
Asimismo, sugiere crear un grupo de trabajo para garantizar una mejor aplicación de las sanciones económicas, formar una coalición de países para fomentar la transición en Cuba y contactar a naciones donantes e instituciones multilaterales de crédito para crear un "fondo multimillonario" para apoyar un futuro gobierno democrático en la isla.
Como colofón, el documento reconoce tener un anexo que permanece secreto por "razones de seguridad nacional" y para asegurar su "efectiva realización" y que ha despertado serias sospechas en medios oficiales cubanos.
"¿Qué es lo que a estas alturas tienen que ocultar con el máximo secreto?", se preguntó el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, en un artículo publicado por el diario oficial Granma. "¿Más ataques terroristas? ¿nuevos intentos de asesinato contra Fidel? ¿la agresión militar?", añadió Alarcón.
Para Suárez, el nuevo informe divulgado este lunes de la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre intenta "poner en práctica la diabólica filosofía del fin justifica los medios".
"El fin es la liquidación de la Revolución Cubana o, más bien, de su ejemplo y trascendencia en América Latina y el Caribe. Los medios son hambrear a la población, limitar toda actividad económica del país, obstaculizar el acceso a medicamentos y empeorar la situación del transporte", opinó.
"Todo para que el pueblo comience a hacer manifestaciones que justifiquen una agresión militar, con el acompañamiento de otros países como sucedió en el caso de Iraq", afirmó el reverendo, para luego considerar que, "lejos de conquistar al pueblo, Washington fortalece más la identidad nacional"
"No tiene nada que ver con el principio cristiano de amar al prójimo", sentenció.
El arribo de la Caravana coincidió con una protesta en Miami contra las prohibiciones de viaje a Cuba, la cuarta que se realiza en las últimas ocho semanas en esa sudoriental ciudad estadounidense por iniciativa de la Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia.
En tanto, la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés) anunció el traslado de su próximo congreso internacional de la ciudad estadounidense de Boston, donde se realizaría inicialmente, a la canadiense de Montreal, para garantizar así la asistencia de profesionales e investigadores cubanos.
Un comunicado del Consejo Mundial de Iglesias aseguró, el 1 de este mes, que el nuevo endurecimiento de la política estadounidense contra Cuba es un "atentado a la libertad religiosa" que pondrá fin a la posibilidad de esa agencia humanitaria de llevar ayuda a las personas necesitadas en la isla.
Con este nuevo plan en vigor, "no podremos hacer llegar más nuestra ayuda a través del Consejo Nacional de Iglesias de Cuba, nuestra contraparte en la isla durante 60 años", definida además como ejemplo de organización controlada por el Estado, dijo el director ejecutivo del Consejo, reverendo John L. McCullough.
"Este programa s una agresión a las relaciones ecuménicas no sólo en Cuba, sino internacionalmente, y sienta un precedente peligroso" al intentar limitar las vías para entregar ayuda humanitaria a las personas necesitadas, añadió.
La "sanción" al Consejo Nacional de Iglesias, integrado por 22 iglesias y 12 movimientos ecuménicos, fue criticada por Suárez.
El Consejo, que ya cumple 65 años, ha sido una "contraparte" del gobierno que ha ayudado a "crear un clima de confianza y respeto" en el país , dijo el director del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. (FIN/2006)