SANTO DOMINGO. El economista y dirigente político Angel Lockward se agregó a la lista de víctimas de la delincuencia al ser asaltado este domingo por tres hombres que le llevaron su jeepeta y una pistola, tras pasearlo unos quince minutos por la ciudad.
Lockward llegaba a su residencia de Arroyo Hondo II junto a su esposa y esperaba que les abrieran el portón cuando se aparecieron los asaltantes, según narró a los periodistas.
Dijo que eran dos morenos, como de 24 o 25 años, y un jabao, como de la misma edad, todos con pistola.
"El dirigente político narró que luego de montarlo en su vehículo, los asaltantes le cubrieron la cara, le revisaron la cartera, comprobaron que no tenía dinero y tomaron la pistola que tenía en la gaveta.
Posteriormente, dijo, los ladrones lo tiraron del vehículo en la avenida Jacobo Majluta, donde una persona que pasó en un carro lo reconoció y lo recogió, informó a los periodistas.
Lockward, conversó este domingo con el jefe de la Policía, explicó que su jeepeta es una Toyota Prado gris metálico con el vidrio delantero agrietado.
“Tengo la suerte de que discuto con ellos y dejan a mi mujer y me llevan a mí solo. Sale mi hijo a forcejear, logró también que dejen al hijo mío y me lleven a mí. Venían vestidos de civil, evidentemente no eran policías”, explicó
Lockward dijo que luego de que aceptaron mi propuesta, manejaron durante 15 minutos y comienzan a hacer llamadas por un celular, las que dijo eran para despistar, y que en un momento dado le quitan la cartera, se llevan su licencia de arma, mil pesos y no se llevaron ni las tarjetas de crédito ni el reloj, sólo el jeep, claro”.
Dijo que con los ojos vendados fue abandonado cerca de la avenida Jacobo Majluta, próximo a un potrero. “Me dejan ahí, se van y salgo corriendo a la avenida, que no sé en ese momento y unos motoristas y unas personas que venían detrás me reconocieron y me trajeron a mi casa”.
Lockward informó que ya los cuerpos de investigación de la PN están tras las pistas de los autores de su “minisecuestro” y del robo de su vehículo.
“No me querían secuestrar a mí, sino a cualquiera que pasara por mi casa en ese momento. En febrero, en esta misma calle intentaron secuestrar a un señor que estaba parado conversando con su esposa. Yo tengo 25 años viviendo por aquí y ahora es que tengo rejas, antes caminaba a las 6:00 a.m. por el Botánico”.