ADDABBAOUSIYEH, Líbano, 17 jul (IPS) – Los libaneses y turistas que huyen de este país advierten que Israel incluye entre los blancos de sus bombardeos áreas civiles e instalaciones vitales de infraestructura, no solamente los bastiones del movimiento islámico prosirio Hezbolá. Desde la semana pasada, hasta 180 civiles libaneses murieron en los ataques israelíes.
Refugiados –tanto libaneses como turistas– inundan varios cruces en la extensa frontera entre Siria y Líbano.
"Todo ha sido bombardeado", dijo a IPS un maestro estadounidense que se encontraba de vacaciones en Beirut. "Literalmente fuimos aterrorizados."
El profesor de estudios sociales Abdul Rahman, de 25 años, vivía con su familia en Beirut cerca del edificio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) antes de decidirse a escapar.
"No hemos dormido durante tres días porque estuvimos viviendo en medio del terror. Nunca sabíamos cuándo nos bombardearían los israelíes, dado que estaban atacando todo", dijo a IPS.
"Si quieren golpear a Hezbolá, que golpeen a Hezbolá, pero no a los civiles. Todo lo que han atacado es civil", agregó.
La madred de Rahman temía por su padre, de 96 años, a quien debieron dejar atrás. "No lo podemos mover porque su salud es demasiado frágil", explicó la mujer. "La único que podemos hacer es preocuparnos, pues los israelíes se están desquitando con los inocentes."
El ejército israelí también volvió a ingresar el domingo también en Gaza, área bajo control palestino. Tres miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) fueron asesinados luego que tanques y bulldozers entraron al pueblo de Beit Hanun, en el norte de la zona.
También se informó que los disparos y bombardeos israelíes acabaron con la vida de una mujer de 75 años e hirieron a otras 10, junto con un bebé.
Ahora Israel está envuelto en una lucha en dos frentes, pues lanzó varios ataques en Gaza. Una portavoz del ejército israelí informó que quedó destruido un centro de operaciones de Hamas en el campamento de refugiados de Jabaliya.
El objetivo declarado de Israel en Gaza es liberar al cabo Guilad Shalit, de 19 años, secuestrado por Hamas el 25 de junio. Hasta ahora, las acciones del estado judío en ese territorio dejaron un soldado israelí muerto, junto con 82 palestinos.
Hamas, por su parte, exige a cambio de la liberación de Shalit la liberación de prisioneros palestinos de cárceles israelíes.
El impacto de la lucha en Líbano se siente ampliamente en Siria. Abud Aziz, repostero libanés de 31 años residente en Beirut, cruzó la frontera hacia Siria portando su maleta. En la capital no hay ni agua ni electricidad desde el sábado, señaló.
"Ayer vi dos hospitales bombardeados", dijo a IPS. "Nadie que se quede en Beirut puede estar seguro. De ningún modo".
Un obrero de la construcción de 25 años, llamado Hamed, también relató haber visto aviones de guerra bombardeando un hospital en Beirut.
"Me fui hace apenas unas horas. Están bombardeando todo: casas, casinos, estaciones de servicio y muchos puentes", expresó.
Mientras, Hezbolá disparó el domingo más de 20 misiles hacia el septentrional puerto israelí de Haifa, tercera ciudad del país, matando a ocho personas e hiriendo a por lo menos una docena.
Hezbolá claramente tiene medios para devolverle el golpe a Israel. Es una organización política y militar bien armada, integrada por musulmanes chiitas en Líbano. Sus ataques militares sostenidos obligaron a Israel a retirarse de Líbano meridional en mayo de 2000.
Pero Hezbolá no es apoyado por todos los libaneses. Alrededor de 60 por ciento de los 3,8 millones de habitantes de Líbano son musulmanes, la mayoría chiitas. Sus simpatizantes se concentran en ese sector mayoritario de la población.
Casi todo el resto de la población es cristiana. Una sangrienta guerra civil de 15 años entre grupos musulmanes y cristianos terminó en 1991. Expertos consideran que Hezbolá concita más apoyo en el exterior que en el propio Líbano.
Debido a los ataques de Hezbolá contra Israel, las autoridades del estado judío declararon un periodo de 48 horas de ley marcial en el norte del país.
El movimiento islámico disparó más de 400 misiles hacia territorio israelí, matando a 24 ciudadanos –la mitad de ellos civiles– e hiriendo a más de 300 en los últimos seis días, según cifras oficiales.
El primer ministro israelí Ehud Olmert advirtió a Líbano sobre las consecuencias "de largo alcance" de los ataques con misiles. A su vez, el ejército israelí advirtió a todos los civiles que debían abandonar el sur de Líbano.
Muchos de quienes se fueron informaron condiciones de pánico en Líbano. "Los israelíes bombardearon un puente hacia el aeropuerto cerca de nosotros y mataron a muchas personas", dijo a IPS Hasna, de 26 años.
"Cuando otras personas se dirigieron al puente para ayudar a los heridos, los aviones lo bombardearon de nuevo", relató.
Habitualmente, las ambulancias no están disponibles a causa del peligro, dijo. "Fuimos las últimas personas en abandonar nuestra área. La carretera estaba casi vacía".
Alham Aras, una danesa que se encontraba de vacaciones en la noroccidental ciudad libanesa de Trípoli, huyó a la frontera con sus seis hijos el domingo. Dijo haber seguido instrucciones de su embajada.
"Los aviones de guerra bombardearon los campamentos palestinos en Trípoli", señaló. "Están atacando la costa, y el puerto de Trípoli también fue atacado."
Su hija de 14 años, Barihan al-Jassim, opinó que "alguien debería frenar esta locura. ¿Cómo es posible que un país sea bombardeado de esta manera y nadie lo impida?". (FIN/2006)