NACIONES UNIDAS, (IPS) – Israel viola las leyes sobre control de armas de Estados Unidos, pues emplea aviones, helicópteros y misiles fabricados en el país norteamericano para atacar la infraestructura de Líbano. Dos centenares de civiles y una treintena de soldados libaneses murieron en la serie de bombardeos por mar y por aire realizados por fuerzas israelíes en la última semana contra este país árabe, que está muy debilitado en el plano militar.
Las pérdidas económicas de Líbano a raíz de los ataques se calculan en 100 millones de dólares diarios.
"La sección 4 de la Ley de Control de Exportación de Armas estadounidense limita el uso de equipo militar vendido a gobiernos extranjeros a la seguridad interna y la legítima defensa propia", dijo a IPS Stephen Zunes, profesor de política de la Universidad de San Francisco.
"Como los ataques contra la infraestructura civil y los centros poblados de Líbano van claramente más allá de la legítima defensa propia, Estados Unidos está obligado a suspender las transferencias de armas a Israel", agregó Zunes.
La investigadora Frida Berrigan, del Centro de Recursos sobre Comercio de Armas del Instituto de Políticas Mundiales con sede en Nueva York, también se mostró escandalizada por el mal uso de las armas estadounidenses por parte de Israel.
"Cuando aviones israelíes bombardean Gaza y Beirut, matando a civiles, incluidos siete canadienses de vacaciones en Aitaroun, vale la pena recordar la claridad de la ley sobre cómo deben ser usadas las armas de origen estadounidense", dijo Barrigan a IPS.
La ley estadounidense establece claramente que las armas de ese origen no pueden ser empleadas para "propósitos no defensivos", aseguró.
"Estados Unidos tiene la oportunidad de detener la sangría y el sufrimiento reclamando que sus armas y su ayuda militar no se usen en ataques contra Líbano y otras partes, y poniendo en cuestión las afirmaciones israelíes sobre el uso defensivo de la fuerza militar", consideró.
Eso demostraría su voluntad de exigir la "máxima contención" que los líderes del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del mundo reclamaron a los bandos en pugna en la cumbre concluida este lunes en la ciudad rusa de San Petersburgo, según la experta.
La Unión Europea advirtió que la represalia israelí es "muy desproporcionada" en relación con el secuestro la semana pasada de dos soldados israelíes a manos de milicias del Partido de Dios (Hezbolá), integrante de la coalición gobernante en Líbano que es respaldada por Estados Unidos
El gobierno de Ehud Olmert acusó a Siria y a Irán de suministrar a Hezbolá cohetes y misiles usados por esa organización para atacar blancos civiles dentro de Israel.
El enorme poder militar de Israel –usado en esta ocasión contra un inerme Líbano– procede, en gran medida, de las compañías de armas estadounidenses.
Las fuerzas armadas israelíes cuentan con aviones caza y helicópteros de combate de avanzado diseño, capaz de acabar con todos o con la suma de la mayoría de las fuerzas de Medio Oriente, incluidos Irán, Siria, Egipto, Jordania y Arabia Saudita.
La fuerza aérea ha continuado devastando Beirut y sus alrededores sin la menor resistencia aérea durante siete días de incesante bombardeo.
"La fuerza aérea israelí utiliza ahora sólo aviones caza de origen estadounidense, una combinación de F-15 y F-16, y el resto de la flota es casi por completo estadounidense", dijo Tom Baranauskas, analista de Forecast International, proveedora estadounidense de servicios de inteligencia de defensa.
En años anteriores, Israel recurría a varios proveedores de armas. Francia, por ejemplo, era una fuerte vendedora de aviones caza Mirage. Pero en los últimos dos decenios, Estados Unidos se volvió el proveedor preponderante, explicó Baranauskas a IPS.
El Servicio de Investigaciones del Congreso legislativo estadounidense indica que entre 1997 y 2004 Israel compró armas por un valor de 8.400 millones de dólares, 84,5 por ciento procedentes de Estados Unidos.
Baranauskas atribuyó la tendencia al aumento de la asistencia financiera estadounidense a la defensa israelí, a la cual los contribuyentes del país norteamericano aportan 2.300 millones de dólares anuales.
La ley de asistencia militar a Israel establece que el estado judío debe gastar 74 por ciento de ese monto en productos estadounidenses.
La asistencia estadounidense equivale a 23 por ciento del presupuesto de defensa israelí, que en 2006 suma 7.400 millones de dólares.
"Israel ha sido el mayor receptor de asistencia estadounidense al extranjero todos los años desde 1976", sostuvo Berrigan.
Entre las principales compras de armas israelíes figuran sistemas de propulsión para buques de patrulla por un valor de 15 millones de dólares (de la firma MTU Detroit Diesel), equipos infrarrojos de navegación y artillería aéreas por ocho millones de dólares (de Lockheed Martin), y más de 900 botiquines acorazados para vehículos tácticos por 145 millones de dólares (de Oshkosh Truck Corporation).
En diciembre, Lockheed Martin obtuvo un contrato por 29,8 millones de dólares para vender a Israel partes de aviones caza F-16, de los cuales el estado judío tiene 378, una de las mayores flotillas del mundo.
Además, Israel cuenta con 117 F-15, 94 Skyhawks y 110 Phantoms. Todos esos aviones de combate son de fabricación estadounidense.