Mientras el volcán Tungurahua continúa emanando gases tóxicos, lava, ceniza y destruyendo todo lo que encuentra a su paso, la población asentada en Baños, en la margen oriental de la montaña, se resiste a salir, por miedo a dejar sus fuentes de empleo y supervivencia; así como, para evitar que la fuerza pública tome el control de la ciudad, donde se registraron casos de hurto por parte de los uniformados, en su primera evacuación, en 1999.
Más de 20 mil personas en peligro, 5 mil de ellas se encuentran en refugios obligados en localidades que pueden ser alcanzadas por la furia del volcán Tungurahua, ubicado en el centro del país. Las autoridades se aprestan a entregar por gotero la ayuda que claman los damnificados
Las autoridades nacionales, se han resistido a entregar los recursos necesarios para paliar la emergencia, a costo de 5 mil personas que han sido evacuadas a refugios improvisados, donde no están del todo fuera de peligro.
La explosiones que ha generado flujos piroclásticos, a decir de Hugo Yépez, director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, están avanzando por el flanco suroccidental del cráter, destruyendo grandes extensiones de tierra, que servían para pastizales y zonas agrícolas de por lo menos mil familias que se han visto obligadas a huir del lugar.
De acuerdo con el director de la Defensa Civil de la provincia del Tungurahua, por lo menos 20 mil personas se encuentran en peligro de perder sus viviendas y tierras cultivables.
Dentro de esta situación peligrosa para los habitantes de la región, ha originado el rechazo colectivo al presidente de la República Alfredo Palacio, quien en una visita realizada a las poblaciones afectadas prometió recursos que serán entregados en un plazo de 30 días, siempre y cuando las autoridades locales entreguen proyectos de contingencia que permitan, a decir del régimen, una utilización adecuada de los recursos económicos, que ascienden a 4 millones 900 mil dólares. De no haber proyectos, simplemente las comunidades afectadas estarían en peligro de no recibir los aportes gubernamentales.
Mientras el gobernador de la provincia del Chimborazo, Eduardo Toaza, insistía en el canal de televisión nacional RTU, que los recursos serán entregados en un mes y que están buscando el apoyo del alcalde de Nueva York, la Cruz Roja Ecuatoriana hacía un llamado urgente a su similar en todo el mundo, al igual que a la organización de socorro Media Luna, para que acudan en apoyo de la organización humanitaria ecuatoriana, toda vez que no cuentan con los recursos necesarios para apoyar la emergencia.
Siete ministros del gobierno de Palacio, salieron la tarde de este miércoles a la zona del desastre para continuar con el seguimiento de los hechos, según dijo el ministro de Bienestar Social, para seguir entregando recursos, los mismos que se vienen destinando por gotero, a la Defensa Civil, la única institución encargada de su administración.
Como para destacar la ineficiencia gubernamental, aunque sin este objetivo, el capitán de la Selección de Fútbol de Ecuador, Iván Hurtado, ha empezado una campaña de ayuda a los perjudicados por la erupción volcánica, a través de el llamado a todos los futbolistas profesionales del país para emprender una campaña de solidaridad, la misma que podría ser efectivizada con un encuentro de fútbol, en el que participen los miembros de la Selección y un combinado improvisado con los mejores jugadores de los equipos tanto de la serie A como de la B; el partido podría jugarse en el estadio Bellavista de la ciudad de Ambato, capital de la provincia del Tungurahua.