Nadie está en mejores condiciones a lo interno del PRD que Miguel Vargas Maldonado.
De ahí que muchos quieren que el casi seguro candidato del partido blanco comience una discusión sin sentido y fuera de tiempo.
Perdidos en sus afanes de sueños, enterrados por el PPH funesto y amenazador, dolidos por no tener supuestamente dinero, algunos de los eternos pre-candidatos del PRD andan tras noticias que le catapulten a primeros lugares y en diarios y noticiarios nacionales.
Acusar de mudo a Vargas Maldonado entre otras cosas lo que busca es provocar a un hombre que tiene un proyecto político definido, claro y de gran apoyo en las bases, que solamente necesita de una limpia, como dirian algunois brujos, para que pueda arrancar sin problemas y llegar la meta del presentre que es la convención de Noviembre.
Y ese es otro punto, muchos apuestan a que la misma no podrá darse, otros están trabajando afanosamente por levantar lo poco que le quedó tras seguir las huellas de Hipólito quién al pare-cer los tiene sentenciado a sacarle los supuestos o reales papelitos que tiene de ellos.
No es verdad que Vargas Maldonado sea el candidato del PPH, ni del viejo ni del llamado nuevo, y no lo es porque Hipólito aspira, espera, cree en una reforma constitucional, apuesta a una deba-cle dentro del partido antes o durante la convención, y por eso anda haciendose el gracioso cua-ndo en realidad debiera estar sembrando en el campo como le dijera el Dr.José Rafael Abinader.
Lo que si es cierto, rigurosamente cierto, es que dentro del PRD enemigos de Miguel Vargas le quieren meter en una polemica destiempo, y algunos de sus supuestos amigos, los mismos que le hicieron daño en el pasado están jugando a la carta marcada por si las moscas.
Miguel Vargas es el candidato de las bases, y es ahí, y no en otro escenario que debe comenzar a trillar el camino por la candidatura presidencial, porque tiene dos potenciales poderosos contrinca-ntes en el Presidente Fernández y en Danilo Medina.
El resto es un grupo de vende partido, de busca cuartos, de vitrinas políticas que quisieran que les sacaran de su propios errores llevando al seguro candidato a donde ellos lo quieren, en un hablar y hablar sin sentido y destiempo, pierden su tiempo, por lo menos eso creo.