GUADULITO. Venezuela.- 19 de julio de 2006. Intensas lluvias mantienen inundado gran parte del Distrito especial del Alto Apure, zona fronteriza con Colombia, y una de las zonas del país más impactadas por el conflicto colombiano. Hoy a la pobreza, violencia e inseguridad en que viven sus pobladores se unen los estragos causados por las lluvias, “Los datos oficiales hablan de alrededor de 11.689 personas que se encuentran albergadas en escuelas y centros comunales como consecuencias de las fuertes lluvias que han hecho que los ríos Arauca y Sarare se desborden”. Así lo dio a conocer Merlys Mosquera, directora nacional del Servicio Jesuita a Refugiados de Venezuela, con sede en Guasdualito, capital del Alto Apure.
“Nos preocupa que los más afectados como siempre son los más pobres y vulnerables pues en el total de las familias afectadas se encuentran 41 familias indígenas y aproximadamente 98 familias refugiadas que llegaron a nuestro país huyendo del conflicto armado colombiano buscando resguardar sus vidas” dijo Mosquera.
“También es preocupante que en el número de afectados se encuentren alrededor de 2. 666 niños y 85 ancianos” puntualizó Merlys
“Nuevamente el Alto Apure es víctima de la gestión de políticos de oficio que se dedican todo el año a la politiquería y no gestionan soluciones estructurales para prevenir este tipo de situaciones” expresó uno de los afectados que pidió no ser identificado. “Aunque el gobierno local está coordinando y respondiendo a la emergencia, tenemos que decir que no se trata de realizar operativos cuando tenemos el agua al cuello sino de coordinar soluciones más estructurales que hagan posible prevenir estas tragedias o por lo menos reducir sus efectos”, enfatizó Raiza Cepeda, directora de Radio Fe y Alegría en Guasdualito.
Ante esta emergencia, las instituciones de la iglesia católica presentes en la frontera Parroquias, Radio Fe y Alegría, Servicio Jesuita a Refugiados y Caritas de Venezuela, han venido coordinando acciones para acompañar a las familias afectadas, “creemos importante como sucedió en el 2002 que esta situación se dé a conocer y se movilice la solidaridad para con los pobladores del Alto Apure”, concluyó Mosquera.