SANTO DOMINGO.- La conferencia del Episcopado Dominicano formuló la más severa crítica en lo que lleva la actual administración del presidente Leonel Fernández, a la que le critica la ineficiencia de los servicios de educación, salud, luz, agua, alimentación, vias de comunicación, transporte, seguridad social y vivienda. “A pesar de las promesas y la angustia de la población, no se resuelve el problema de la energía eléctrica, y nos inquieta que la educación siga siendo un problema nacional, debido al insuficiente presupuesto gubernamental”, afirman.
La crítica, originada en un documento motivado en la ola de violencia que afecta al país, cuestiona la efectividad de la gestión gubernamental en los servicios básicos y reclama la acción del Gobierno para enfrentarlo.
El documento contrasta con la profusa campaña publicitaria oficial que presenta cómo el Gobierno ha venido enfrentando los males que ha dicho heredó de la administración de Hipólito Mejía.
Los obispos plantean en el documento emitido este viernes les duele en el alma el fenómeno de la inseguridad ciudadana y la violencia que ha arrancado la vida a cientos de dominicanos, cuyos familiares, en muchos de los casos, han sufrido en carne viva tanto los crímenes como la impunidad de los delincuentes.
“Nos unimos al dolor de las familias que han sido afectadas por la muerte de alguno de sus miembros y oramos permanentemente por las víctimas de esta ola de violencia que envuelve hoy a toda la población”, expresan los obispos en un mensaje que dirigieron ayer a todo el país, tras concluir su Cuadragésima Cuarta Asamblea Plenaria, en el Centro Episcopal La Altagracia, de la avenida Las Américas.
Los obispos critican la ineficiencia de los servicios básicos, que abarcan desde educación, salud, luz, agua, alimentación, vías de comunicación, transporte, empleo, seguridad social y vivienda.
Exhortan a la sociedad a hacer aportaciones significativas y generosas para hacer frente al problema de la educación, que es tan fundamental. Anunciaron que los sacerdotes abrirán cada vez más escuelas en sus parroquias, donde no llegue la educación pública.
Piden que la vivienda, por su repercusión en la nobleza del vivir y la dignidad familiar, forme parte de los planes del Gobierno, con la ejecución de proyectos habitaciones sociales y mejoramiento de casas en los enclaves marginados.
Consideran injusta una democracia que no cumple con el deber de proporcionar un trabajo digno a todos sus miembros, que es la principal rémora para el desarrollo de un país.
Con respecto a la delincuencia y al crimen violento, los obispos proclamaron que el delito y la violencia no pueden quedar sin su correspondiente castigo, lo cual conlleva una mayor responsabilidad de la Justicia y la Policía Nacional. “La seguridad ciudadana –una seguridad que ahuyente todo temoró debe estar en su diligencia, capacidad y eficacia”.