SANTO DOMINGO.-Israel no hace caso a nada ni a nadie y sigue su ofensiva contra el Líbano, atacando por aire, mar y tierra.
El objetivo de la operación ha dicho su embajador en Moscú, es rescatar a los soldados capturados y destruir la infraestructura terrorista de Hezbollah, para que no pueda en el futuro lanzar misiles contra Israel.
Arkady Mil-Man, embajador israelí recuerda que la resolución 1.559 del Consejo de Seguridad de la ONU, mediante la cual se contempla el desarme de Hezbollah y el traspaso del poder al Gobierno y al Ejército Nacional de Líbano, se incumple desde hace varios años.
Mil-Man ha rechazado los reproches de que la operación militar es desmesurada frente a la captura de dos soldados y citado un proverbio judío que dice: ‘Quien ha salvado una vida humana, ha salvado al mundo entero'.
La agencia Ria Novosti reporta que alrededor de medio millón de libaneses han perdido sus hogares en esos nueve días de bombardeos realizados por Israel, afirma el Ministerio de Asuntos Sociales de Líbano.
Prácticamente todos los habitantes de las ciudades y aldeas situadas en el sur del territorio libanés, cerca de la frontera con Israel, se han visto obligados a dejar sus casas a causa de los ‘bombardeos de alfombra' que no se interrumpen de día ni de noche.
Los vecinos del sur de Beirut han corrido la misma suerte porque la aviación israelí ha borrado barrios enteros del mapa urbano. La gente busca refugio en casas de parientes o amigos, se instala en hoteles, alquila apartamentos en zonas más tranquilas o, si no pueden permitirse esa solución, se alberga en edificios escolares, convertidos ahora en centros de acogida de refugiados, reporta la agencia rusa este jueves.
Mientras que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha pedido el cese inmediato de las hostilidades en el Líbano para salvar la vida de inocentes y permitir el acceso de ayuda humanitaria y dar a la diplomacia una oportunidad.
Pero Israel, apoyado por EEUU, anunció que seguirá sus operaciones militares hasta acabar con las milicias de Hizbulá.
Annan hizo el llamamiento en una reunión del Consejo de Seguridad para informar de las gestiones diplomáticas que ha llevado a cabo con distintos líderes de la región.
"Lo que se necesita más urgentemente es un cese inmediato de las hostilidades (…) Pero mientras continúan, es imperativo establecer corredores seguros para los trabajadores humanitarios y para que la ayuda de socorro llegue a la población civil", declaró.
Annan también manifestó que es necesaria una base política para alcanzar un alto el fuego que incluya la liberación de los soldados israelíes capturados, para que sean entregados al Gobierno del Líbano y luego sean repatriados a Israel.
También propuso el despliegue de una fuerza pacificadora en la llamada Línea Azul para estabilizar la situación, que trabaje de cerca con el gobierno del Líbano para que el Ejército libanés amplíe su autoridad a todo el territorio.
Del mismo modo, sugirió la convocatoria de una conferencia internacional, con la participación del Gobierno del Líbano y otros actores internacionales, destinada a elaborar un calendario para la aplicación del acuerdo de Taif y el cumplimiento de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad.
El acuerdo de Taif, concluido en 1989, reclama la retirada siria, mientras que la resolución 1559 exige el desarme de las milicias libanesas y que el gobierno del Líbano amplíe su autoridad a todo el territorio libanés.
"La planificación de estos elementos debe llevarse a cabo en paralelo. Estas ideas necesitan una mayor elaboración, mediante el diálogo con todos los implicados. El Consejo de Seguridad necesitará considerar estos elementos en una resolución", declaró Annan.