NACIONES UNIDAS.– Los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la lucha en el sur de Líbano y ayudar al gobierno libanés a tomar control de su territorio, aumentan en preparación de las reuniones a realizarse en la sede de la ONU, el 20 de julio. l secretario general de la ONU Kofi Annan y los miembros de su misión especial, dirigida por Vijay Nambiar, informará a las 15 naciones del Consejo de Seguridad sobre las conversaciones sostenidas con Egipto, Líbano e Israel. Annan piensa reunirse por la tarde con la secretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rice y con el Alto Comisionado de la Unión Europea, Javier Solana.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack dijo el 19 de julio que Rice "integrará lo que oiga" en Nueva York en la planificación sobre la manera de proceder con la diplomacia. La secretaria ha hablado con el rey Abdula de Jordania así como con líderes y ministros de Relaciones Exteriores de otros países de la región, inclusive Arabia Saudita y Egipto.
"El estado actual de la situación", dijo McCormack, depende de estados de la región, como Jordania, Egipto y Arabia Saudita y otros, que han condenado el ataque de Jezbola contra Israel. Ellos tendrán "un papel importante en ejercer presión sobre quienes apoyan a Jezbola — Siria e Irán, estados que tienen influencia con Jezbola y que pueden ayudar a poner fin a la situación violenta actual".
"Queremos ver el fin de la violencia", dijo McCormack. "Pero no queremos … la clase de alto al fuego que permita que Jezbola se reagrupe, se rearme, y se refuerce, sólo para presentar una amenaza aun mayor a la estabilidad de la región".
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo también el 19 de julio, "no se puede tener un alto al fuego unilateral". Y agregó que Jezbola no muestra intenciones de deponer sus armas, y que el líder del grupo, Hassan Nasrallah, amenazó recientemente con lanzar ataques contra Tel Aviv, Israel.
McCormack dijo que Rice ha hablado varias veces con el primer ministro libanés Fuad Siniora y que Estados Unidos tiene confianza en su capacidad de liderazgo. "Creemos que es un líder importante para el pueblo de Líbano una vez que surja de esta crisis, para trazar una senda hacia un Líbano más estable, próspero y democrático", dijo.
Snow indico que es importante que el gobierno libanés no sea rehén de la organización terrorista y que extienda el control sobre todo el territorio del país.
Francia, que tiene la presidencia del Consejo de Seguridad en el mes de julio, circuló un documento que sería el punto de partida de las conversaciones sobre las medidas que el consejo podría tomar. El documento incluye no sólo preocupaciones de índole humanitaria y sobre el fin de las hostilidades sino que se enfoca especialmente en una solución a largo plazo que ayude al gobierno libanés a afirmar su autoridad en todo el país y la posibilidad de una fuerza internacional de seguridad en el sur de Líbano.
Cualquier medida del consejo, dijo el embajador francés en las Naciones Unidas, Jean-Marc de La Sabliere, "debe condenar a los extremistas que tratan de desestabilizar a la región y a los que los ayudan".
El embajador de Estados Unidos, John Bolton, dijo el 19 de julio que el objetivo central de los esfuerzos de Estados Unidos será basarse en la declaración de los líderes de la Cumbre del Grupo de Ocho (G8) de 2006 y ayudar al gobierno de Líbano a ejercer su autoridad en todo el país.
Bolton, el enviado principal de Estados Unidos en las Naciones Unidas, dijo sería apropiado que el Consejo de Seguridad tome "alguna medida" después de recibir la información de Annan y la misión de Nambiar, pero no elaboró al respecto.
El embajador dijo también que la idea de pedir un alto al fuego como manera de terminar con la lucha es "simplista".
"Cualquier alto al fuego tendrá que estar acompañado de un cambio cualitativo en la situación", dijo Bolton. "La simple medida reflexiva de pedir un alto al fuego no es algo realmente apropiado en una situación como ésta, porque entre otras cosas, uno tiene que saber quiénes son las partes" de cualquier alto al fuego.
¿"Cómo se puede obtener un alto al fuego con una organización terrorista? Yo no estoy seguro de que nadie haya hecho eso antes y no estoy seguro de que seas posible", dijo.
Estados Unidos consulta también con otros en la comunidad internacional para encontrar maneras de ayudar en las necesidades humanitarias de Líbano, dijo McCormack.
El subsecretario general de la ONU Mark Mallock Brown confirmó que Siria le había dicho a las Naciones Unidas que no aceptaría a Terje Roed-Larsen como parte de la misión de Nambiar. No obstante, agregó, las Naciones Unidas "no tuvieron que ocuparse de qué hacer acerca de Roed-Larsen" porque Annan pidió que la misión regresara para informar al Consejo de Seguridad.
Roed-Larsen es el representante especial del secretario general con respecto a la Resolución 1559, que el consejo aprobó en septiembre de 2004 y que pide que "se disuelvan y se desarmen todas las milicias libanesas y no libanesas".