A los dominicanos, como a los seguidores del “Negrito de Villa”, no debe importarles o preocuparles la manera de cómo iría vestido al Congreso Nacional, el merenguero Sergio Vargas. Como tampoco si se cortará el pelo o no para su nueva posición. Eso es una nimiedad con relación a la verdadera preocupación que debemos tener los dominicanos atendiendo a que el merenguero ahora es diputado. Lo que sí debe mover a preocupación, es saber si tiene Sergio Vargas, proyectos definidos que beneficien a su querida tierra, los cuales podrá impulsar desde el curul que ocupará. Lo que también debe preocupar es si Sergio asumirá con la seriedad que requiere este puesto tan goloseado por muchos. Como también debe preocuparnos si Sergio seguirá siendo el merenguero del pueblo, o se convertirá a partir del 16 de agosto en un político más.
Otra preocupación
Por igual debe preocuparnos que el artista cumpla con su misión de lesgilador asistiendo regularmente a las sesiones en ese hemiciclo. También mueve a preocupación que Sergio, quien ni siquiera ha asumido oficialmente el cargo, se olvide de su carrera artística por cogerle el gusto a la política y le pase como a otros colegas que se quedaron sin pito y sin flauta. Hoy me di cuenta de que hay muchas cosas por las qué preocuparse cuando Sergio Vargas, el merenguero de Villa Altagracia, que ha cantado tanto y ha logrado grandes cosas para Villa Altagracia sin tener que ponerse el traje de político, llegue al Congreso Nacional el 16 de agosto.
Una propuesta
Hablando de Sergio Vargas, el señor Leonardo Iván Domínguez
trabajador cultural,
miembro fundador del Grupo Convite y director del conjunto Folklórico de Alianza Dominicana de Nueva York tiene una propuesta. Se trata de que el 17 de julio de cada año se declare el “Día Nacional de la Tambora”. Su pedido tiene que ver con que ese día murió uno de nuestros percusionistas más admirados y respetados, cuyo nombre era Ángel Miró Andújar conocido como Catarey.
“Yo diría que Catarey es el más importante de todos nuestros tamboreros, un músico que logró reunir en su técnica la experiencia de sus maestros y otros grandes tamboreros”, comenta Leonardo Iván Domínguez quien pide a los organismos perminentes que se declare el día 17 de julio como el “El Día Nacional de la Tambora”, para reconocer el aporte de todos estos músicos del pueblo al ritmo por el que nos identifican a los dominicanos en todo el mundo: el merengue.