WASHINGTON.-Un nuevo proyecto que busca otorgar la ciudadanía a inmigrantes indocumentados que procedan con preferencia de naciones integradas en acuerdos comerciales con los Estados Unidos fue formulado este martes por dos congresistas republicanos, reseña AP.
Según la propuesta de Kay Bailey Hutchinson congresista de Texas y Mike Pence, de Indiana, para los inmigrantes tener derecho a estos beneficios deben tener además 17 años de permanencia legal en Estados Unidos.
En una primera etapa, sólo convertiría en "elegibles'' para trabajo temporal a los que procedan de los países socios en el NAFTA (México y Canadá) y CAFTA-RD (Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana).
No obstante el proyecto no incluye a inmigrantes de otros países con los que Estados Unidos tiene o esta en proceso de llegar a acuerdos de integración comercial como Chile, que ya es socio, y Perú y Colombia, que están en proceso de serlo.
"Se ha demostrado que de los países del NAFTA y CAFTA proceden más del 80% de los trabajadores inmigrantes'', dijo la senadora Bailey Hutchinson
Hutchinson y Pence, delinearon el proyecto con el propósito de servir de "puente'' entre las posiciones radicales de su partido y reactivar el proceso legislativo de reforma de las leyes de inmigración.
"Creemos que este plan dará seguridad a nuestras fronteras y arreglar nuestro sistema migratorio'', dijo Hutchinson en la presentación de su proyecto en el Capitolio.
Pence declaró a su vez que "no consideramos esta propuesta como un acuerdo intermedio entre las dos cámaras sino como una contribución al debate sobre seguridad y reforma migratoria''.
Hutchinson, vicepresidenta de la Conferencia Republicana del Senado, y Pence, presidente del Comité de Estudios Republicanos de la Cámara de Representantes, denominaron a su proyecto "Seguridad en las fronteras y reforma de inmigración sin conceder amnistía''.
La Cámara de Representantes aprobó en diciembre un proyecto que se centra solamente en los temas de seguridad fronteriza. En mayo, el Senado aprobó otro que incluye, además de la seguridad, la posibilidad de legalizar a una buena parte de los 12 millones de indocumentados que ya están en la nación.
Pero el diálogo para armonizar una posición común está roto y, según Hutchinson, con este proyecto "que no es perfecto, esperamos ponerlo otra vez en movimiento''.
El proyecto propone una moratoria de dos años para no discutir el tema de los indocumentados y dedicarlos más bien a la implementación de las medidas de seguridad fronteriza. La conclusión de ese periodo será certificada por el presidente George W. Bush.
Después de ese periodo, los indocumentados tendrán que auto-deportarse para acceder a un permiso de trabajo, una propuesta que ya ha sido rechazada en debates previos por el Senado. Pero Hutchinson dijo que esperaba llegar a "un compromiso'' con sus colegas para resolver la crisis.
Los auto-deportados podrán solicitar en su país de origen un nuevo tipo de visa que se llamaría Visa de Buena Vecindad SAFE (Secure Authorized Foreign Employee o Empleado Extranjero Seguro y Authorizado).
La visa SAFE los habilitaría para trabajar por dos años, así como a salir y retornar al país en ese lapso. Habría posibilidad de renovación por cinco veces más, lo que haría un total de 12 años.
Al concluir los 12 años, los extranjeros cambiarían la visa SAFE a otra llamada X-Change Visa (o Visa de Intercambio) que le permitiría al poseedor quedarse por cinco años más, al término de los cuales recién podría solicitar residencia, pero sin ninguna ventaja en el proceso.
dtg.